Por Javier Claudio
- * – . Desigualdad social, un mal que aqueja y alentaría parte de todos los males
- * – . Cuántos sexenios suman, donde el combate a la pobreza ha sido la bandera
- * – . Puente aprovechado por políticos, reuniones de asesorías y de pipa de la paz
Claridades. – Si analizáramos cuán recurrente es tomada como bandera por políticos la desigualdad social, bien podríamos asegurar que finalmente ese mentir, hasta la burla, ha predominado en la banalidad de eliminarla y bien se habría convertido en el acicate de la inconformidad, la protesta y apuro a la violencia. Podemos imaginar cuántos políticos han jurado abatir la pobreza y defender los intereses de los mexicanos sin que se haya llevado a efecto y sólo se haya logrado hacer lo contrario.
Claro que sí. – Esa desigualdad social, que es una situación socioeconómica en la que un grupo o minoría recibe un trato diferente por parte de otro individuo o colectivo con mayor poder social, ¿no significa también un hartazgo de ver siempre los mismos ganadores con sus compinches? ¿No es esto un aliento a la inconformidad, no es esto impulsar la creación de grupos de resistencia hasta aparecer como delincuencia, no es esto incitar a probar las mieles de lo mal habido, aunque de distinto modo?
Clarín. – Por supuesto que estamos en contra del abuso, corrupción y violencia. Sin embargo, si es claro que la falta de alternativas para superarse y diluir esa desigualdad social, alienta con toda desesperación a acortar distancias por caminos equivocados y dejar poses de brazos cruzados ante fortunas mal habidas. Aquí podría estar el soporte del proyecto de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, aunque maquiavélicamente torcida de manera dramática hacia la izquierda.
Aclarando. – Sin estar identificados con credo político alguno quien esto escribe, no es nada difícil entender que el pueblo está cansado de tácticas banales y trilladas de malos políticos, que está cansado del truhan de enfrente y ha comenzado a intercambiar posiciones a fin de arrebatar algo de lo mal habido o hacerse de fortuna bajo formatos similares. Esto es lo que llamaríamos el despertar de un México bronco y es lo que nos debe exigir a su vez hacer las cosas diferentes, verdaderamente.
Claroscuro. – Ante representantes de organismos de la construcción y cámaras empresariales, el Gobierno Municipal a cargo de Enrique Rivas presentó la plataforma digital de la “Ventanilla de Construcción Simplificada”, a través de la cual facilitará el trámite de licencias de edificación. Bien por este paso, pero no debe descuidarse que es también una exigencia y muy preocupante que se erigiera un área de asesoría técnica de construcción a fin de eliminar errores y vicios en la creación o extensión de viviendas.
Clarificando. – El puente laboral fue bien aprovechado por líderes políticos, pues aquí estuvo Edmundo García Román, secretario general de la Federación Regional de Trabajadores de Tamaulipas (FRTT-CTM) quien sostuvo una serie de reuniones con la clase trabajadora, amén de la expectativa que reuniría con Daniel Peña Treviño, candidato a la alcaldía por el PRI. Bien por la pipa de la paz pues CTM tiene a su líder nacional Carlos Aceves del Olmo por una pluri en el senado y aquí Daniel otra posición.
Claro que no. – El ex alcalde Horacio Garza, igual se descolgó por Nuevo Laredo para reunirse con amigos de la política sin partidismo alguno y en el contexto de que la política debe ser abierta y no estar peleada a causa de siglas o colores. Así lo hemos visto en reuniones recientes con Enrique Rivas Cuéllar, alguna otra ocasión con Carlos Canturosas y más recientemente con Ramón Garza Barrios y Héctor Canales. Luce bien, luce tranquilo y además sostiene que seguirá siendo priista, siempre.
Sabía usted que. – La elevación de los costos de importación de vehículos usados, son la pala que ha cavado la tumba de este tipo de operaciones aduaneras, las que han afectado la economía local. De acuerdo a algunas importadoras, en el caso de los autos nacionalizados del 2007 al 2008 que se van al centro del país, el trámite cuesta en promedio 45 mil pesos, cuando anteriormente se pagaban alrededor de 14 mil pesos. Esto, más el precio de un vehículo que va de los cinco a los seis mil dólares en promedio.