Por Javier Claudio
Claridades. – Para algunos es extraño y para otros hasta sorprendente que el transportista mexicano no solo se haya convertido en el principal cliente de autoridades viales de los Estados Unidos para la aplicación de todo tipo de multas, sino además en los siniestros de vialidad donde tiene que intervenir la aseguradora, los montos máximos de cobertura son manipulados y rebasados por los abogados gringos mediante actos legaloides así presionar a las empresas mexicanas a pagos extraordinarios.
Aclarando. – Según datos de la Administración de Seguridad de Tráfico en las Carreteras (NHTSA por sus siglas en inglés), en base a estadísticas proporcionadas por el sistema de Informes de Análisis de Fatalidades (FARS), se tiene registrado que en el año 2010 tan solo en el estado de Texas ocurrieron tres mil 023 muertes por accidentes vehiculares, mientras que para el año 2015 estas aumentaron a tres mil 516, para así convertirse el estado de Texas con más muertes por siniestralidad vehicular.
Claro que sí. – La preparación del transportista mexicano es inminente, pues con la entrada de camiones de carga a Estados Unidos, los que circulan sobre todo por los caminos de este estado texano, pues resulta triste reconocer que en cuestión de accidentes viales y al afrontar estas situaciones, en verdad que sufren los transportistas mexicanos sobre todo por los despachos de abogados gringos, quienes mediante una serie de argucias, sacan “mágicamente” pagos adicionales al transportista mexicano.
Clarín. – Increíble pero cierto, esta vez nos rebasó Estados Unidos en prácticas de corrupción, luego que ganado un juicio de incidente vial por un transportista mexicano, el abogado busca y rebusca para contrademandar y hacer retornar el caso a los tribunales y así negociar por la “aparición” de presuntos daños y lesiones colaterales en quien había resultado ileso. La negociación en los tribunales es inmediata y la mayor parte del desembolso extra se queda entre los abogados, la aseguradora y el afectado.
Clarificando. – Justo es que un abogado o despacho jurídico de EU asistiera la parte afectada y efectivamente el beneficio fuera para la reparación del daño, pero es triste reconocer que el reclamo de la mayoría de las compañías de seguros gringas, resultan con sumas asegurada pagada no tan sólo para resarcir el daño del tercero afectado, si no para cubrir gastos y honorarios de un combinado de personajes directa o indirectamente involucrados y auspiciados principalmente por el despacho litigante.
Claroscuro. – De un caso en donde se pagaría al afectado una cantidad de 450 mil dólares, un mínimo del 30 por ciento se iría en honorarios del litigante, pero otra cantidad, por ejemplo del 25 por ciento, se estaría llevando por igual de manos del beneficiario, al ser estos gastos direccionados a firmas de inversionistas en demandas, cuyo dinero al final del litigio descontarán con altos intereses al lograrse indemnizar de parte de las aseguradoras y mermar así la cantidad real recibida por el demandante.
Claro que no. – Caso real; un operador mexicano de una empresa transportista local que fue chocado en EU, resultó ileso y sin daños mayores en el vehículo, de pronto se ausentó por varios días y se detectó que se prestó a un “montaje” de la aseguradora que intervino en su choque, para recomendarle que declarara lesiones colaterales y por lo tanto reclamaba indemnización. El chofer hasta se prestó a una cirugía y obtuvo jugosa indemnización que pagó la otra empresa, ¡también mexicana!
Sabía usted que. – Con toda esta serie de riesgos en serio, debe considerar el transportista mexicano cooperar al cien por ciento con su empresa aseguradora para que cuente con todos los elementos del siniestro, capacite a sus operadores para conducirse en los caminos norteamericanos, instruirlos de que deben de reportar el accidente a su aseguradora y a la policía en el lugar y momento, sean o no responsables. Así también invertir en ellos pláticas motivadoras diversas asesorías.