Por Javier Claudio
- – . Cuántos priistas sometidos por la altanería ayer, hoy ven el pago caro
- – . Cambios, pero en nuestras costumbres; el adiós por un cuídate mucho
- – . Sigue el gran baile en el Puente III con el ingreso de más de 200 MDP
Aclarando. – El cambio de la rutina cotidiana en la ciudad es radical, toda vez que las más recientes estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) exhiben como percepción de la ciudadanía que, prácticamente dos de cada tres personas, esto es el 61.4 por ciento de la población de 18 años y más, manifestó la inminente necesidad de modificar sus hábitos respecto a “llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito”, esto por temor a sufrir algún delito.
Clarín. – Nuestro saludo igual lo indica con un predominante “cuídate” para dejar atrás aquél, “que te vaya bien”. Y es que más de la mitad, 55.6 por ciento encuestado por INEGI, reconoció haber cambiado hábitos respecto a “permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda”; el 49.3 por ciento cambió rutinas en cuanto a “caminar por los alrededores de su vivienda, pasadas las ocho de la noche” y un 31.4 por ciento modificó rutinas relacionadas con “visitar parientes o amigos”. Gran verdad.
Claroscuro. – Esto, propicia a su vez un estado de predisposición ciudadana, ante un clima un tanto sórdido, donde no se deja claro que los índices de violencia son casi sofocados. El sector periferia sería el más convulsionado, bajo este esquema de acciones, debido a los constantes enfrentamientos de las autoridades castrenses con grupo delincuenciales, en su mayoría integrados por jóvenes. Nuestra paz está perdida o prendida con alfileres y la esperanza sólo encuentra refugio en las plegarias.
Clarificando. – La “muerte anunciada del PRI”, se dio desde el momento antes de elecciones; no entendió la lección de las derrotas anteriores, comenzaron a formarse grupos y de nueva cuenta se actuó como “viviendo de sus triunfos”. Así el nuevo tajo al PRI lo dio el IETAM, al retirarle una regiduría más, la que según era para el actual regidor, Jesús Alejandro Valdez Zermeño, quien por cierto ya está en Cd. Victoria, haciendo lucha por evitar lo que según se considera un despojo.
Claro que no. – Así, el PRI de nuevo fue atrapado en nuevas ambiciones personales, ésta vez por la entonces diputada federal, Yahleel Abadala, quien movió todas sus influencias en el Congreso para imponer a su incondicional Carlos Alberto Reséndiz González, un imberbe en política que le garantizaba toda la entrega necesaria para mover los hilos del Comité Municipal. No había movimiento alguno en el PRI que no fuera bajo la autorización de Yahleel Abdala. Predominó la soberbia y altanería.
Claridades. – Entre la estrepitosa derrota electoral y la estulta forma de conducirse el PRI, hay un pequeño trecho donde podría fácilmente aparecer acomodada la traición, otra vez, nomás que ahora descaradamente a dos fuegos; desde el interior y el exterior. Pobre PRI, nada queda de aquél vigoroso partido, embebido en sus triunfos, en el hacer y deshacer, hasta caer en los intereses personales. Y no es defender al PRI, sino lamentar que haría un buen contrapeso y formaría la búsqueda de democracia.
Claro que sí. – Si se sostiene a un foráneo (Raúl Trad González) como titular del Fidecomiso del Puente III, debe ser clara señal de que el Estado no tiene ningún interés para que sea retornado a Nuevo Laredo en su manejo, es más pareciera que cuidara la secrecía de los movimientos. Resulta incongruente que ni siendo la ciudad puntal en comercio internacional tenga una opinión válida, mucho menos informe de los más de 200 millones de pesos que ingresan anualmente por concepto de peaje.
Sabía usted que. – En tanto se difunden alertas a nivel nacional sobre el cuidado que se debe tener de la privacidad de los números y Whatsapp de telefonía celular a fin de evitar actos de extorsión y todo lo relacionado con la inseguridad, aquí el personal de Teléfonos de México utiliza en el momento que lo desea, las líneas de los usuarios para hacer todo tipo de llamadas. Esto lo hacen desde las centrales de redes en las esquinas.