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Por Javier Claudio
Aclarando. – Como si no bastara en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) la angustiante problemática de salud atraída por el Covid-19, aparece detrás otro rostro de muerte, la enfermedad del cáncer, cuyo tratamiento aparece sofocado por la corrupción en la falta de medicamentos, un entretejido criminal que va desde los distribuidores hasta los laboratorios, y todo esto en al dolor y agonía de cientos de pacientes que no encuentran solución y ven truncado el tratamiento.
Clarín. – Una voz en el desierto ha sido la de Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), quien en reiteradas ocasiones ha pedido a la Secretaría de Salud y a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) garantizar el abasto del medicamento. Lamentablemente, se padece que ha sido nula la entrega de los medicamentos necesarios para el tratamiento de manera oportuna e ininterrumpida a los niños con cáncer, leucemia y ostesarcoma, así también para las personas adultas.
Claridades. – Ineludible citar que la falta de medicamento en el tratamiento contra el cáncer a nivel nacional data desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador como presidente, quien ciertamente en su acción muy particular; detectó irregularidades de todo tipo en el surtimiento y distribución, decidió suspender toda compra para así crear un desbasto, en medio de dolor y muerte de pacientes. Insensata y ruin ha sido el desabasto de los medicamentos anticancerígenos, desatando una fila de odiseas.
Claro que no. – Aquí el Hospital General de Zona del Seguro Social tampoco escapa a esta grave situación que significa para muchas familias “pocas entrañas” del Gobierno Federal, no sin pasar por alto aquellos que con anterioridad se robaban la medicina y especulaban. El viciado entorno para el tratamiento del cáncer, finalmente creó el “mercado negro” ante la marcada falta de medicamento, hasta llegar a costar una sola quimioterapia desde los 20 mil hasta los 50 mil pesos y esto es cada mes.
Claro que sí. – La familia Martínez Ceballos, es una de tantas familias que tiene una integrante con padecimiento de cáncer. El enfermo, trabajador de una prominente empresa por largos años aportó sus cuotas al IMSS, en la indeseada posibilidad de algún día tener el derecho de cubrir su necesidad de ser atendido médicamente. Hoy cada quimioterapia es una amarga odisea que el grave desabasto de su medicamento en el Seguro Social y la incomodidad de reunir los 50 mil pesos para sufragar costos.
Clarificando. – Debe reconocerse que todo esfuerzo de director médico del Seguro Social, Alejandro Soto Villa culmina en la impotencia al no poder brindar solución en muchos de los casos pues el desabasto proviene de nivel central. Sin embargo hay que citar también que deja constancia –al menos– de voluntad al crear recientemente una pequeña área para realizar las quimioterapias a los derechohabientes, quienes además reciben un trato humano del personal de oncología.
Claroscuro. – Algunas de las familias de los enfermos con cáncer son numerosas y de economía mediana, los que mediante la colaboración logran juntar entre ellos los 50 mil pesos que se gastan en el “mercado negro” y así poder obtener los medicamentos, pero otra gran mayoría no tienen suficiente recurso y es entonces que el paciente trunca el tratamiento, pierde avance y ni qué decir del dolor que le causa. Reanudarlo posteriormente, será volver a empezar y alistar gasto.
Sabía usted que. – La quimioterapia en un paciente con cáncer consta de varios medicamentos y dos de ellos complementarios, son los que recurrentemente tiene en desabasto el IMSS. Actualmente el Cryofaxol y Doxorubisina aparecen en precios arrebatados por la especulación en las farmacias la oscilar sus precios entre los 15 y 20 mil pesos. Otro medicamento utilizado contra el cáncer es la Vincristina, que de un precio original de 120 pesos pasó recientemente a los dos mil 500 pesos.