Por Javier Claudio
- – . Reforma de ley que busca acabar con el abuso en precios de medicamentos
- – . Especular con la salud, es otra forma de matar impunemente al ciudadano
- – . La otra opción de grave riesgo es acudir por atención al IMSS o el ISSSTE
Claridades. – Con la salud no sólo se juega, sino también se especula y se lucra bien. Cuidar nuestra salud es una demanda y un suplicio al cielo, tan es así que los medicamentos aparecen más caros que el oro, toda vez que un fármaco oftálmico que contiene 3.5 miligramos de ungüento con neomicina (además de sulfato de polimixina y dexametasona) cuesta 456 pesos, lo que implica que un kilo de neomicina tiene el valor de 140 millones de pesos, cuando el kilo de oro cuesta 789 mil 369 pesos.
Claro que sí. – En el contexto de una impulsada reforma de ley para que se cambien los criterios en la fijación de precios máximos de medicamentos, debido a que los actuales están por encima de otros mercados, el nuevo Gobierno Federal tiene el antecedente que 140 millones de pesos de un kilo de neomicina, debidamente procesada, se convierte en toda una exageración que nos demuestra que por años algo ha andado mal en la fijación de precios máximos en todos los medicamentos.
Clarín. – Siendo así, cuesta más tratar de sobrevivir a algún tipo de enfermedad que el gasto que representa morir. Y es que los precios de los medicamentos en México son superiores que en otros países, como es el caso de este ungüento oftálmico, pues en Colombia cuesta un equivalente a 200 pesos mexicanos y en EU 190 pesos mexicanos, pero la diferencia es para todos los medicamentos que se venden aquí, los que son controlados por 14 de las 15 principales empresas farmacéuticas a nivel internacional.
Aclarando. – La propuesta que se fijen precios justos y en hecho de partir del permitir que sólo un máximo de 5 por ciento de la inversión para la investigación sea considerado para decidir el precio máximo al público. Si bien la ley mandata a la Secretaría de Economía para establecer dicho costo, así como para asegurar su adecuada distribución y comercialización, en los hechos ha sido ineficaz y ello coloca a México como una de las naciones con los precios de medicinas más altos del mundo.
Claroscuro. – Esta iniciativa de Reforma, ya en la mesa de trabajo de los Senadores, observa son unas cuantas empresas mundiales que han tenido abierto el mercado de México y en donde, con el señuelo de libre oferta y demanda, se ha engañado a la autoridad y al consumidor, porque realmente lo que ha operado han sido mecanismos amañados y de manipulación del mercado los que finalmente llevan a precios máximos inflados en la determinación que toma la autoridad.
Clarificando. – Esta espiral en precios de medicamentos, sin duda es otra forma impune de matar al ciudadano. Salve aquél que tenga recursos para hacer frente a una enfermedad delicada y prolongada, salve aquél que tenga recurso suficiente para ser atendido en un hospital particular, donde solamente de entrada tiene que dejar un depósito de no menos de diez mil pesos y cuyo monto tiene un variante a la alza dependiendo el tipo de atención médica. O bien, “jugársela” en el IMSS o ISSSTE.
Claro que no. – La comercialización de la salud es un hecho lamentable y deleznable bajo el camuflaje del juramento hipocrático, donde así como hay una gran cantidad de médicos buenos y con gran espíritu de servicio, otro número casi igual se ve diluido por la ambición desmedida de la contraparte de bata blanca. En la mayoría de los hospitales privados, la primera regla para médicos durante consulta, es canalizar al paciente a hospitalización aun cuando sea sólo para reposar alguna aplicación.
Sabía usted que. – El costo de hospitalización por día en nosocomios privados como el Hospital Mexicoamericano es de tres mil 141 pesos; Clínica San Gerardo es de mil 300 pesos; Hospital San José es de mil 914 y en el Hospital de Especialidades es por mil 691. La verdad sí es por desanimarnos, pero a estos precios de hospitalización habría que sumarle el costo de los medicamentos. Esto en el conocimiento de que la otra opción son el IMSS y el ISSSTE. Ni hablar, pues a cuidar nuestra salud.