Concesionarios y choferes del transporte público urbano no cumplen con las disposiciones y recomendaciones de las autoridades de Salud, en aras de prevenir y combatir el Covid-19, por lo que si no se les vigila y se les exige las acaten podrían ser un sector de contaminación de la mortal enfermedad.
Juan R. de la Sota / LA RED DE ALTAMIRA
VICTORIA.- Concesionarios y choferes del transporte público urbano no cumplen con las disposiciones y recomendaciones de las autoridades de Salud, en aras de prevenir y combatir el Covid-19, por lo que si no se les vigila y se les exige las acaten podrían ser un sector de contaminación de la mortal enfermedad.
Al hacer uso de algunos microbuses, se constató que los pasajeros viajan amontonados, guardan una distancia de 20 centímetros, que la mayoría de los choferes no porta el cubre bocas ni mucho menos se les proporciona a los usuarios el gel antibacterial.
Quienes manejan los microbuses, no respetan el límite de cupo, como lo establece la ley en la materia, llevan pasajeros en los pasillos y hasta el los estribos de las unidades automotrices, permiten se sienten dos pasajeros, sin guardar la distancia adecuada y con niños en las piernas.
La mayoría de los pasajeros que viajan en los micros no usan tapaboca, no se aplican gel antibacterial cuando suben y bajan, pues no se les proporciona, al argumentar los choferes que este producto el litro tiene un costo de hasta 200 pesos y de comprarlo afectaría las ganancias de los concesionarios.
El pasa manos o tubos de los asientos y del techo de la unidad no son desinfectados, incluso ni son aseadas porque circulan en su interior con bastante basura, por lo que los usuarios no únicamente podrían enfermarse del Covid-19, sino también corren el riesgo de contraer enfermedades infecciosas.
Tampoco cumplen con el requisito ordenado por la Subsecretaría del Transporte de sólo brindar el servicio con un de cupo que es de 12 pasajeros, llenan las unidades y los transportan como si fueran vacas, temiendo el usuario contaminarse de la pandemia cuando se ven obligados a agarrarse del pasamanos o tubos.
Decenas de unidades transportistas han dejado de ofrecer el servicio, toda vez que es escasa la demanda de pasaje y esto está generando pérdidas económicas a los concesionarios, aseguró Ramón Hernández Manríquez, líder de la organización de Microbuses Verdes.
El dirigente destacó que los microbuses circulan semivacíos, dado que ha escaseado el pasaje por las medidas implementadas para protegerse del el Covid-19.
Ello, dijo por la suspensión de clases en los diferentes niveles educativos, los empleados de Gobierno que se les recomendó se fueran a sus hogares, la reducción de personal en las maquiladoras y tiendas comerciales, lo cual ha propiciado una histórica caída en la demanda del transporte.
“Enfrentamos una situación muy difícil, no hay usuarios por lo del coronavirus, ya estábamos mal antes de la crisis y ahora estamos peor”, expresó.
Señaló que las autoridades del Gobierno del Estado les solicitaron que los operadores utilicen cubrebocas, tener desinfectante en las unidades, trapos o pañuelos especiales para limpiar los microbuses cuando llegan a la terminal. Los ingresos han bajado considerablemente. “Estamos batallando mucho, inclusive algunas unidades no obtienen ingresos ni para el consumo del gas”.
El panorama no es alentador, dado que la crisis por la pandemia apenas comienza, lo que obliga a parar parte del parque vehicular del transporte urbano, reveló.
Hernández Manríquez, reiteró que los choferes afiliados a la organización a su cargo están acatando las recomendaciones de la Secretaría de Salud para evitar la propagación del coronavirus.
Manifestó que de manera constante sostiene reuniones con diferentes delegados de las rutas para que den a conocer a los operadores acerca de las medidas que se están tomando, entre las que figuran la limpieza y desinfección constante de las unidades.
Afirmó que, entre otras recomendaciones, destacan que los operadores deben de tener gel, jorgas, para limpiar tubos y desinfectar. “Tenemos que ser parte de esta colaboración, estamos verificando que se cumpla, si no ayudamos a combatir puede prolongarse y afectar en nuestra economía.
Entre las recomendaciones es resaltan que se suban los usuarios y estén a un metro de distancia y es algo difícil, van a subirse 12 pasajeros y con eso no se va a sacar el consumo de lo que es el combustible.
El asilamiento ciudadano ha promovido una agrave afectación a los choferes, pero están conscientes en que, si no ponen de su parte, la situación puede prolongarse y continuar afectando su economía.
Reiteró que el transporte urbano se encuentra en grave crisis, ya que cayó la demanda del pasaje hasta en un 80 por ciento en los últimos días, esto por las medidas aplicadas por el gobierno de suspender clases y labores en oficinas de instituciones públicas.
El dirigente afirmó que si el coronavirus no los mata, “nos va a matar el hambre”.
Dijo Hernández Manríquez que el informe de los operadores es que existen días muy malos que ni tan siquiera obtienen ingresos para pagar los gastos de combustible de las unidades, porque no hay demanda de pasaje, toda vez que muchos sectores poblacionales no están saliendo a sus trabajos, porque lo hacen desde sus casas.
“Los estudiantes y trabajadores de gobierno representan el 60 por ciento de la demanda de pasaje en la ciudad”, expresó
Advirtió que continuarán prestando el servicio en lo posible, dado que hay gente que lo requiere, sobre todo trabajadores de tiendas comerciales que cumplen una tarea fundamental.
Los dirigentes de microbuses y taxis, así como las autoridades del transporte, deberían realizar operativos constantes de vigilancia, para constatar que los operadores del transporte de todas las rutas, cumplan con las disposiciones para enfrentar el coronavirus, pues no todos los choferes están acatando las ordenes y sugerencia para prevenir la mortal enfermedad.