Por Mario Vargas Suárez
Escándalo es una palabra cuyo significado es “hecho que provoca indignación, fuertes censuras o asombro, los españoles le llaman ‘follón’. Una connotación adicional es “situación ruidosa producida por un grupo de gente exaltada o que se divierte…”; también se pueden usar sinónimos como alboroto, barullo, confusión.
El título cabe porque, a poco más de dos meses de iniciado el sexenio presidencial de Enrique Peña Nieto, en el aeropuerto internacional de Toluca, en la zona de hangares privados, se hizo el escándalo mayúsculo con la detención de la entonces líder de los maestros organizados en el SNTE, Elba Esther Gordillo Morales.
La detención y más tarde el encarcelamiento de Gordillo Morales en Santa Martha Acatitla, luego transferida a la prisión de Tepepan en Xochimilco y de ahí a un hospital privado, hasta el 15 de diciembre de 2017 cuando finalmente sus abogados logran la prisión domiciliaria a la que tenía derecho, pero que por una ‘extraña razón’ no se le autorizaba.
Desde ese febrero del 2013, la pluma de algunos analistas de la política mexicana, advirtieron que la de Chiapas, se había convertida en presa política por haber expresado su opinión contra de la reforma educativa, antes de haber sido puesta en marcha.
La Secretaría de Gobernación y las policías del país estaban atentas a los movimientos mínimos de los maestros del país, pues pensaban que “defenderían con sangre y fuego la libertad de su líder.”
Sin embargo la alarma del sismo magisterial nunca sonó… hasta la fecha, por ningún motivo. Los maestros del país, los que trabajan en el aula con el gis y los educandos, siguieron laborando normalmente, sin alterar ni siquiera los horarios.
Los que se movieron con prontitud para ponerse a las órdenes del Ejecutivo Federal y sus representantes, fueron los que finalmente heredaron el poder del SNTE.
Poder que, desde luego, nunca fue puesto a la custodia ni temporal de familiares y amigos de la Maestra encarcelada, por lo que el jalisciense, Juan Díaz de la Torre, con anuencia del Ejecutivo se quedó en lugar de Gordillo.
Ni la hija de Gordillo, Mónica Arreola, senadora por el PANAL, ni el diputado federal del mismo partido, René Fujiwara Montelongo (nieto de la líder caída), ni Fernando González (yerno de La Maestra) ni mucho menos Rafael Ochoa Guzmán, muy cercano a la prisionera de Tepepan, lograron un acercamiento a la nueva cúpula del SNTE.
Juan Díaz de la Torre heredó la silla grande del SNTE y Luis Castro Obregón la del PANAL, que desde luego sabían qué hilos del poder había que mover para validar su estancia legal en los cargos que el Ejecutivo les daba ese febrero-marzo del 2013.
La sorpresa escandalosa fue al filo de la media noche de ayer martes, cuando surgió un comunicado de la maestra Elba Esther Gordillo, donde se da por notificada de su nueva situación legal que le absuelve de todos los cargos, por lo que de inmediato queda en libertad.
Absuelta Gordillo Morales, solo acierta a declarar que convoca a Rueda de Prensa el próximo lunes 20 de agosto, justamente al inicio del ciclo escolar, cuando Peña Nieto esté dando el último banderazo, como presidente de México.
Las opiniones desde luego de maestros y no maestros están muy divididas, puesto que solo en redes sociales hay expresiones de alegría, de enojo, de impotencia, de reclamo, de burla, etc. Incluso culpan lo mismo al presidente de la república, que al titular de la Procuraduría General de la República, a los jueces y magistrados del caso, a las autoridades Hacendarias, etc., etc.
El problema que se avecina es la lucha entre tres grupos importantes del magisterio: La CNTE, el SNTE y Los Herederos que se suponen trabajaron con AMLO para que llegara a la presidencia, vía las Redes Sociales Progresistas, hoy Maestros por México, que buscan lo mismo: el poder.
Los analistas no interpretan la lectura presidencial de Peña Nieto, cuando ‘permite’ la libertad y el retiro de cargos contra la chiapaneca, Elba Esther Gordillo y lo que haya sido, tendrá repercusiones iniciales en la administración de López Obrador.
Quizá el ‘cohetón’ le estalle en pleno rostro al nuevo sexenio, porque si la maestra Gordillo Morales tiene la intención de buscar lo que ‘considera suyo’, entonces los hilos invisibles de la política mexicana se muevan muy enérgicamente y hasta algunas ‘cabezas’ puedan caer… en la nueva cárcel sexenal.
Los amparados por el presidente Ávila Camacho: Edgar Robledo, Manuel Sánchez Vite, Robles Martínez, etc., vencidos por Echeverría, se replegaron a la vida privada; Echeverría impuso a Jongitud, quien fue retirado a la vida privada por el presidente Salinas de Gortari, quien impuso a Gordillo; A Peña Nieto le tocó imponer a Díaz de la Torre.
La pregunta es ¿A quién impondrá el presidente electo, Andrés Manuel López como líder del SNTE? ¿Seguirá con Juan Díaz, permitirá el retorno de Gordillo Morales, o tal vez aparezca un ‘tapado’?