Por Raúl Hernández Moreno
El INEGI reportó que en el 2019 la economía mexicana retrocedió 0.1 por ciento y para este 2020 los pronósticos son crecer 1 por ciento, a lo sumo.
Y si el Presidente Andrés Manuel López Obrador prometió un crecimiento anual del 4 por ciento, lo que influyó para que 30 millones de mexicanos votaran por él, ya nos adeuda 4.1 por ciento a lo que se pueden sumar 3 puntos más al fin del presente año.
Como López Obrador es un ignorante en temas de economía, y además es un soberbio que desprecia las políticas económicas, dice que él tiene otros datos y que en el país hay desarrollo y bienestar. Es que él vive en amlolandía, además de que dice la verdad: hay bienestar para la mafia en el poder.
Que sea un mitómano y viva en un país color de rosa, no tendría nada de malo, si al menos generara confianza entre los inversionistas extranjeros y nacionales, pero no es así. Por eso no hay inversión y por eso no hay crecimiento, necesario para que se generen más y mejores empleos.
En días pasados se anunció que los empresarios invertirían 100 mil millones de dólares en el sector energético para reactivar la economía. En comparación, la inversión extranjera es de 33 mil millones de dólares al año. Cien mil millones de dólares hace mucho ruido, el problema es que es una inversión de discurso.
El año pasado el gobierno federal anunció que se invertirían 859 mil millones de pesos en obras de infraestructura que se siguen esperando.
A su vez, la banca ofreció 600 mil millones de pesos para apoyar el crédito y el sector turístico anuncio inversiones por 320 mil millones de pesos. Todo ha quedado en el discurso, desafortunadamente.
Y es que no habrá inversiones mientras el gobierno federal no genere confianza y el Presidente insista en injuriar y amenazar a los empresarios. Así no van a invertir.
El año pasado el gobierno federal destino 300 mil millones de pesos en programas federales. Ese dinero invertido en proyectos de desarrollo viable, hubiese servido para generar desarrollo y empleos bien pagados, para que miles de mexicanos pasaran de vivir de la asistencia social a tener empleos que les permitan vivir con decoro, sin necesidad de requerir de la caridad pública.
En otro tema, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca estuvo hoy en Nuevo Laredo para festejar el Día de la Enfermera.
Acompañado del presidente municipal, Enrique Rivas Cuéllar, convivieron con varios cientos de enfermeras y enfermeros del sector público y privado en el salón de conocido restaurante.
En reconocimiento al trabajo que realizan se rifaron entre los asistentes refrigeradores, estufas, salas, televisores y una gran cantidad de regalos. Fue un festejo muy bien merecido.