Por Raúl Hernández Moreno
Próximo a cumplir los 40 años, el gobernador de Yucatán Mauricio Vila Dosal, gobierna el Estado más seguro de todo el país.
Quien ha visitado Yucatán en los últimos lustros, ha corroborado que la seguridad es una realidad, más allá de lo que puedan decir encuestas reales o compradas, o lo que puedan decir los políticos.
Recientemente Vila Dosal rindió su Primer Informe de Gobierno y recorrió varios medios de comunicación nacionales en los que la pregunta obligada era el secreto por el cual Yucatán no vive la inseguridad que golpea prácticamente a todo el país.
El mandatario dice que clave es la inversión en seguridad. Y explica que hace cuatro administraciones estatales, cada año el presupuesto para seguridad aumenta en un 20 por ciento. Los yucatecos no bajan la guarida, están convencidos de que nunca es suficiente lo que se haga, siempre es necesario hacer más.
Este año se invierten 2,600 millones de pesos, se acaban de poner en operación 585 patrullas –para un estado con dos millones de habitantes-, se adquirió un helicóptero para tareas de seguridad y protección civil, se va a pasar de 2,200 cámaras en calles y plazas públicas a 5.700 y de 100 arcos detectores de armas a 219.
A los policías se les respalda para que tengan acceso a créditos de vivienda y a sus hijos se les entregan becas del 100 por ciento para que cursen el bachillerato y licenciaturas en la universidad de su elección, sea pública o privada. Además del pago de inscripción, mensualidades y libros se les da un apoyo de 2,600 pesos bimestrales.
Vila Dosal explica que de esta forma el policía sabe que el día que se corrompa va a afectar a su propia familia pues va a perder su casa y las becas para sus hijos.
Los yucatecos suelen ser gente amable y respetuosa, que se involucran en todo lo que pasa en lugares públicos. Tan solo en el 911 se reciben más de 4 mil llamadas diarias, porque los yucatecos reportan cualquier incidente que les parezca sospechoso.
Y los reportes se atienden, sin importar que parezcan sin importancia, dice Vila Dosal.
Sería una chulada que el modelo yucateco de enfrentar la seguridad se replicara en todo el país y que los 35 mil muertos que hubo el año pasado en todo el territorio se convirtieran en una estadística histórica irrepetible, lo cual suena complicado con la fallida estrategia de combatir la delincuencia con abrazos, el fuchi y el guácala.
En otro tema, Gerardo Fernández Noroña, diputado federal por el Partido del Trabajo, reunió unas pocas decenas de curiosos durante la conferencia callejera que ofreció en la Plaza Hidalgo, el martes 28.
Fue tan escaso el público que el dirigente local del Partido del Trabajo, Sergio Chavira, subió una foto a una red social y escribió: “Conferencia pedorra, diría Noroña”. Y efectivamente, la visita de Noroña fue un fracaso, con un discurso trillado y un triunfalismo desbordante hacia la 4T, que nada más ven los lopezobradoristas.