Por Raúl Hernández Moreno
La pandemia que vivimos ha sacado lo mejor y lo peor de los humanos.
Paralelamente, surgen las “genialidades”, las ocurrencias, las barbaridades de los políticos.
Así el Presidente Andrés Manuel López Obrador festina la pandemia, con sus más de 5 mil muertos, y dice que le vino como anillo al dedo para que la 4T logre sus objetivos.
Pero no es el único al que le brota la inspiración. El diputado federal del PES, Carlos Navarrete Aguirre, declaró en días pasados que el Covid-19 no es grave y que le dijeron que se cura tomando un té de canela en la mañana, tarde y noche. Si fuese verdad, ya se estaría aplicando en todo el mundo.
A su vez, el diputado federal por el PT, Gerardo Fernández Noroña reclama su derecho a no usar cubrebocas, que porque está en su derecho de contagiarse. Esperemos que si se contagia, se recluya en su casa, que no le arrebate una cama de hospital a un paciente que no quería enfermarse, pero se enfermó.
Y el gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco, dice que entre más contagios haya, mayor será la inmunidad que se alcance. Si cuidándonos van más de 5 mil muertos, con contagios masivos, hay irían dos o tres millones de muertos.
El Covid-19 es un asunto de salud que deben tratar los especialistas. Los políticos deben proveer a los doctores el equipo e insumos para atender la pandemia, pero sin meterse a dar opiniones sobre temas que desconocen. Pero además de que los desconocen, se ven ridículos.
En otro tema, el alcalde de Güemes, el morenista Luis Lauro Reyes Rodríguez, presentó una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que se declare anticonstitucional el préstamo de 4,600 millones de pesos que el Congreso del Estado la autorizó al Gobierno de Tamaulipas para hacerle frente a la crisis sanitaria.
La controversia se presentó el 14 de mayo y la Suprema Corte de Justicia tendrá que resolverla en las próximas semanas. Con esta controversia, ya no se necesita la que andan buscando la bancada de Morena en el Congreso es innecesaria. Las dos tienen el mismo objetivo, la diferencia es que el alcalde denunciante no se arrojó confeti asimismo.
Ahora que una cosa es presentar una controversia y otra dar por hecho que la Suprema Corte vaya a resolverla a favor del alcalde de Güemes. En el pacto federal, a los Estados adherentes se les concede libertad para contratar créditos para cumplir con las acciones de gobierno. No escandalicemos con un crédito. Es como cuando en una familia, el hijo mayor, con 33 años de edad y 15 años trabajando, decide comprar un coche o una casa a crédito, para lo cual no necesita la autorización del papá.
Malo sería que el crédito de los 4,600 millones se desvíe para fines distintos al original. Ahí si la oposición debe estar vigilante y denunciarlo, si es que se presenta.