El caos deriva en que sólo cuatro de los doce módulos de la Aduana en el Puente III operan bajo el sistema PITA
La indecisa adopción del autotransporte de carga del nuevo proceso de despacho aduanero denominado PITA (Proyecto de Integración Tecnológica Aduanera), ha convertido en un gigantesco embudo el movimiento de cruces de exportación.
Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- La indecisa adopción del autotransporte de carga del nuevo proceso de despacho aduanero denominado PITA (Proyecto de Integración Tecnológica Aduanera), ha convertido en un gigantesco embudo el movimiento de cruces de exportación.
El caos deriva en que sólo cuatro de los doce módulos de la Aduana en el Puente III operan bajo el sistema PITA, en tanto los ocho restantes aun cuando todavía tienen el sistema anterior, la Aduana los inhabilita como una medida de presión, dijo Ernesto de la Fuente, jefe de tráfico de carga una empresa transportista.
Para la operación del nuevo despacho PITA, es el transportista quien tiene que darse de alta al sistema mediante un gafete que porta el operador y permite mediante un código QR autorizar la carga y desaduanizarla.
El despacho anterior denominado DODA (Documento de Operación para Despacho Aduanero) fue restringido en su funcionamiento en los módulos casi desde finales del año pasado al emigrarlo al PITA.
“Vamos para medio año batallando con los cruces, pues la Aduana deja funcionando sólo los cuatro del nuevo sistema DODA y cierra los demás (8) como media de presión para concretar el cambio del despacho”, dijo.
Por su parte, Fernando Rodríguez Garza, responsable de la agencia aduanal Servicio Aduanero de Tamaulipas, dijo que el problema de caos se debe al cierre de ocho módulos como una medida de presión de la Aduana para utilizar el nuevo sistema.
“En verdad que este sistema de despacho PITA es muy ágil, sólo que se ha retrasado en su aplicación porque un buen número de empresas transportistas no se ha dado de alta mediante el cumplimiento de las gestiones”, comentó.
El despacho PITA, consiste en que el operador sea dado de alta por la Aduana para el cruce de mercancía mediante su gafete, el cual utiliza para lectura en el QR, quien finalmente le autoriza y así substituir el anterior método mediante semáforo fiscal.