Por Juan Antonio Montoya Báez
Hace algunos años acudimos a tomar unas fotografías para tramitar el pasaporte, ya que piden un tamaño en especial y ciertos criterios, como el fondo blanco, rostro y orejas al descubierto.
Por ello, las fotos las hicimos con uno de los mejores estudios de la capital, como es “Estudio de Fotografía Javier” que se ubica por el estadio en ciudad Victoria.
Las fotos que nos entregó eran nítidas, profesionales con todas las condiciones que pedían en la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Cuando llegamos a las oficinas de la SRE, notificaron que los documentos estaban en regla, menos las fotografías.
Por la urgencia fuimos a uno estudio fotográfico enfrente de la delegación, nos tomamos unas instantáneas, regresamos apuradamente y otra vez nos rechazaron.
“En ese negocio no las toman bien, tienen que tomarlas en el negocio de al lado, ahí ya saben cuáles son las condiciones y el formato”.
Así lo hicimos, nos dieron unas fotos muy malas, pero que irónicamente en esta ocasión cumplieron las condiciones del personal que revisa los documentos para los pasaportes.
Ahora ni citas hay para la expedición, se tienen que esperar meses para alcanzar la oportunidad de tramitarlo en ciudad Victoria, Mante, Monterrey o en la ciudad de México.
Las cosas más o menos así se encuentran entre los propietarios o gerentes de industrias que tienen que someterse a los caprichos de la mafia del medio ambiente.
Los industriales podrán contratar a los mejores expertos externos para que los ayuden a cumplir con la normatividad, podrán contar con ingenieros ambientales y biólogos en sus nóminas, pero todo lo que hagan será reprobatorio.
Actualmente esta empresa de gestión ambiental opera por medio de terceros. Todas las maquiladoras o empresas que son evaluadas y se les hace alguna observación para obtener sus permisos, nunca obtendrán el visto bueno de la autoridad ambiental si antes no se sujetan a este grupo que controla todo trámite o asunto de este rubro.
Cualquier maquiladora deberá de cuadrarse con la banda del medio ambiente que exige exorbitantes cantidades, que representan las mordidas que se repartirán en las diferentes dependencias.
Es lana que alcanza para todos, pero particularmente a esta banda que tiene más de 20 años activa en el sector ambiental del que hacen su mina de oro.
Nada cambia, sus evaluaciones pueden ser tan malas como fotos instantáneas, pero tienen el aval de las autoridades ambientales, por lo que sus propuestas y estudios siempre serán aprobados.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…