Armando Castillo Gutiérrez / LA RED DE ALTAMIRA
TAMAULIPAS.- Por segunda ocasión, el polígono de dos millones de hectáreas, en los que se encuentran los distritos de riego 025 y 026, de la zona norte de Tamaulipas, volverán al bombardeo de nubes para estimular las lluvias, aprovechando las condiciones climáticas de jueves y viernes.
La representante de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Guadalupe Acevedo González, explicó que la idea de volver a la estimulación de lluvias, obedece en parte a que no se logró la cobertura total de la superficie, aunque la mayor parte de lo proyectada sí.
De acuerdo a los lineamientos del programa para el bombardeo de nubes, se trabaja con un pronóstico para la caída de precipitaciones pluviales arriba del 50 por ciento, en espera de que se generen las condiciones jueves y viernes santos.
“En el distrito 026 se alcanzó una cobertura del 90 por ciento con las lluvias, es decir, en más de 150 mil hectáreas cayó la agua, de las 178 mil que conforman ese sector, aunque en lugares como Río Bravo, Santa Apolonia, González Villarreal del municipio de San Fernando fueron más escasas las precipitaciones”, apuntó.
Lugares como Valle Hermoso hacia el poblado Anáhuac realmente fue sin cobertura, de apenas diez o 20 milímetros, de ahí que se esté proyectando un segundo bombardeo de las nubes, al generarse las condiciones climáticas entre jueves y viernes, sostuvo.
Acevedo González añadió que la idea es ampliar el polígono para el bombardeo de nubes para la estimulación de lluvias en la zona norte y sur de la entidad, donde supo reconocer que hace falta el agua para zonas citrícolas que entraron en etapa de floración y que por lo mismo, necesitan del líquido.
El objetivo es mover el polígono hacia el centro y sur del Estado, donde por las mismas condiciones, de falta de humedad, hay cultivos que han venido a la baja por la ausencia de precipitaciones pluviales, donde tan solo de soya, oscila entre 70 y 80 mil hectáreas.
En las mismas condiciones se encuentra la zona cañera de Ciudad Mante, Xicoténcatl y esa región, en donde las temperaturas son mucho más elevadas y generan un impacto en la superficie sembrada.