Por: Físico, Sergio A. Téllez Morales
Estados Unidos consideraba vital para su desarrollo nacional la construcción de un canal interoceánico, que permitiese conectar los puertos de sus dos costas, y estaban dispuestos a lo que fuese con tal de conseguirlo, como después lo demostró la Historia, cuando destruyeron la integridad territorial de Colombia y de plano crearon una colonia norteamericana llamada Panamá.
Pero Panamá no era el lugar ideal, la zona de Tehuantepec-Coatzacoalcos era mucho mejor, más plana, más cerca, requeriría menos trabajo y les permitiría a los buques una singladura mucho más pequeña, los norteamericanos intentaron por todos los medios de hacerse de la zona.
Fue durante el gobierno de Porfirio Diaz Mori que comenzaron las negociaciones, los norteamericanos le ofrecieron primero la compra de los Estados de Oaxaca, Veracruz y Tabasco; la cual rechazo, después de todo el Dictador había peleado en todas las guerras de México contra los extranjeros y conocía muy bien las intenciones de estos.
Cuando no se pudo por esos medios, se intentaron otros, ciudadanos norteamericanos empezaron a comprar tierras en la costa del pacifico, pero eran prestanombres – al estilo del Filibustero Walker – que estaban organizando un gran grupo armado, con el cual declararía la “independencia” de los territorios comprados para después vendérselos a su gobierno por un precio mucho mayor.
Pero el gobierno mexicano ya tenía experiencia en esto, lo mismo habían intentado hacer en Baja California y Sonora y así se había perdido Texas, por lo que se hizo una nueva ley la cual prohibía a los extranjeros comprar tierras en lugares estratégicos del país.
Cuando todas las triquiñuelas fallaron, intentaron una última, la ocupación militar de Salina Cruz, Oax. Para ello enviaron el escuadrón del Pacifico, compuesto por un acorazado, varios cruceros y algunos destructores, junto a varios transportes de tropas.
El gobierno mexicano no se había quedado cruzado de brazos, reforzó la defensa de Salina Cruz, Oax., enviando tropas del – en aquél – entonces moderno Ejército Federal, con oficiales superiores bien probados en los combates de la Guerra contra los franceses, pero lo más importante, había hecho un gran esfuerzo en crear una eficiente Defensa Costera, el gran ingeniero Mondragón, quizás el más grande armero en la Historia de México, fue comisionado para crear las piezas de artillería más grandes jamás hechas en el país.
Es ahí donde comienza la parte misteriosa (no escrita), pues los cañones fueron construidos, no se sabe si en México o solo el diseño se hizo aquí y se construyeron en el extranjero, como los posteriores Saint Chaumond-Mondragon. No hay información precisa (1) del calibre y peso de los cañones, ni tampoco de donde se emplazaron, ni de su destino.
| La única foto conocida de la artillería Costera de Salina Cruz, al parecer el hombre al centro es el Ingeniero Mondragon |
Existe una narración oral del combate, la cual narra que, los norteamericanos no creían que hubiese una defensa eficiente, así que pusieron proa al puerto, el acorazado entró dentro del rango de alcance de la artillería costera mexicana, la cual lanzó un primer disparo de advertencia, los norteamericanos vieron con estupor que cayó justo al frente del buque “en la cabeza de la formación”, pero aun así siguieron, creyeron que era un tiro de suerte, cuando el segundo disparo voló parte de la superestructura, entonces se dieron cuenta de que la flota no duraría ni quince minutos si seguían adelante los cientos de metros que aún faltaban para que sus piezas de artillería pudieran disparar, así que dieron vuelta y regresaron a toda máquina.
Del relato se puede inferir que la artillería mexicana era de mucho más calibre que la usual norteamericana, así que es posible pensar que los cañones eran de 12 pulgadas o mayores, y debieron de haber estado emplazados en una muy buena base, además que se habrían hecho las mediciones matemáticas correctas para tener bien controlada toda la zona marítima alrededor de Salina Cruz. Oax. El costo total de la obra fue de poco más de 8 millones de pesos.
La experiencia fue muy traumática para los norteamericanos, que pedían la retirada de la artillería de Santa Cruz, Oax., en cada negociación que hacían con el gobierno mexicano, al parecer Madero (2) o Venustiano Carranza finalmente aceptaron retirar los cañones a cambio del reconocimiento oficial norteamericano y la provisión de armamento para sus tropas; según algunos historiadores los cañones fueron desmontados y vendidos a Turquía, que los uso en la defensa de los Dardanelos, la verdad no se sabrá hasta que no se encuentren más fotos, información oficial mexicana (al parecer perdida en la revolución), o bien que un cañón de gran calibre aparezca en alguna parte del mundo, con el escudo mexicano. Como colofón, comento que los norteamericanos se dieron por vencidos y prefirieron adquirir el Canal de Panamá. (3)
Notas.-
1.- Información posterior proporcionada por el Ing. A. Federico Juárez Andonaegui, indica que eran dos cañones. Fueron emplazados (instalados), uno en el cerro del Moro y el otro en el cerro del Faro. Su principal característica es que eran de 240 mm de diámetro por 12 metros de largo. Sus balas eran de 450 libras y la velocidad del obús era de 850 m/seg.
2.- Idem, indica que fue Francisco Indalecio Madero quien ordenó quitar los cañones pues fue la primera condición que le impuso el gobierno yanqui desde un principio para darle todo el apoyo a Madero en su revuelta.
3.- Las obras del Canal de Panamá ya habían comenzado, pero era tal la corrupción que ya habían gastado más dinero de lo presupuestado, querían cancelarlo y hacerlo en la entonces República Mexicana
