Por Raúl Hernández Moreno
En espera de que el Instituto Nacional Electoral realice, a partir de mañana, el recuento oficial de las votaciones del 1 de julio, los resultados del PREP le dan una ligera ventaja al PAN en la elección de senadores, y en segundo lugar se ubica Morena.
Nosotros anticipamos aquí que Ismael García de Vaca y Américo Villarreal serían senadores, aunque era de pronóstico reservado quién ganaba como primera fórmula. La competencia cerrada confirmó nuestras apreciaciones. Lo importante, lo dijimos y lo reiteramos, es que Nuevo Laredo tiene en ambos a un aliado, a diferencia de lo que hubiera ocurrido si hubiese llegado uno del PRI, porque se dedicarían a construir proyectos personales.
La cercanía de Américo con el flamante Presidente electo, augura muchas cosas buenas para Tamaulipas.
E igual ocurre con Ismael, sus lazos consanguíneos con el gobernador Francisco Cabeza de Vaca permiten imaginar que vienen cosas buenas para nuestro Estado y para Nuevo Laredo.
Los tamaulipecos no se equivocaron al respaldar ambas fórmulas. Ganaron los más preparados, los mejor intencionados, los más carismáticos. Los que ni se doblan ni se venden.
Por otro lado, Morena y sus aliados, el PES y PT, ganaron 223 de los 300 distritos, a los que hay que sumar las diputaciones de representación proporcional, con lo que alcanzará 310 posiciones, lo que es una mayoría bastante holgada.
El PAN tendrá 92 y el PRI y sus aliados, 57. De los 300 distritos el PRI solo gano 6 distritos, lo que nos da una idea de la magnitud de su desastre. El Verde gano 5 distritos y Nueva Alianza 2, por los votos obtenidos les tocan 44 diputaciones de minoría, Con esos votos no le alcanza a Ramiro Ramos para llegar. El PRI no solo perdió todo: sus prerrogativas serán mininas, con lo cual necesariamente se darán escurrimientos hacía otros partidos, en especial Morena o el PAN. El PRI será un partido con presencia por regiones, en donde tenga gobernadores y alcaldes que puedan sostener una estructura territorial. Donde no haya esos apoyos, su presencia cada vez será más mínima.
Andrés Manuel López Obrador tendrá mayoría en el Congreso –en el Senado ganó 70 de los 128 escaños—y eso le permitirá sacar adelante cualquier iniciativa que desee, porque además si un partido sabe hacer política en México es Morena. Que nadie se extrañe que con el paso de los meses la fuerza de 310 diputados y 70 senadores crezca un poco más, sobre todo respaldándose con los 29 diputados del MC y los 19 del PRD. Estos dos partidos fueron aliados de López Obrador en el 2006 y 2012, ahora los sedujo el canto de las sirenas, se unieron con el PAN pensando que les iría bien y les fue muy mal. Estos legisladores tranquilamente podrán cambiar de partido en los próximos meses porque en los suyos ya no hay futuro.