Por Javier Claudio
- – La primera carga despojada a Nuevo Laredo se dio en los inicio de los 90’s
- – Francisco Gil Díaz, tecnócrata salinista, principal favorecedor de N. León
- – Al descaro cada una de las campañas para favorecer al Puente Colombia
Claridades. – El Puente de Colombia tiene vida gracias a Nuevo Laredo sin lugar a dudas, y sin embargo la pretendida alza en el movimiento de carga no se ha dado ni creemos se dará por el simple hecho de la comodidad geográfica en que aparece el Puente III. Sin embargo tras cada paro de movimiento de carga por más de 12 horas, el acecho resurge del estado de Nuevo León, esto con el fin de entrarle al quite oportunamente en el momento y retener carga bajo influencia, como así se da.
Clarín. – El Puente III del Comercio Mundial es la única obra autosuficientemente y redituable en Tamaulipas de esa envergadura y esto se debe a que entre las cifras de aforos que suma el cruce más importante de Latinoamérica, destacan los 20 millones 758 mil 636 camiones de carga que desde el Abril del año dos mil al mes de Agosto han cruzado con carga de exportación a la Unión Americana. Otro dato importante es que Nuevo Laredo aportó recursos para su creación y sin embargo lo administra el Estado.
Claroscuro. – En los 18 años de vida que cumplió el Puente del Comercio Mundial, rebasa la recaudación de los dos mil millones de pesos, de los cuales nuestra ciudad nada conoce acerca de su destino y sin embargo aún se debe parte del préstamo concedido para su construcción. La obra registró un costo aproximadamente 500 millones de pesos y ¡aún se deben poco más de 100 millones de pesos!
Claro que sí. – El abuso contra nuestra ciudad sigue siendo total y en el peor descaro, al enfrentar presiones para otorgarle vida artificial al puente internacional que fue parido por capricho del salinismo. El primer despojo de carga fue del Puente II en los 90’s, cuando fue afectada la ruta bajo los cruces debido una creciente y desviada por orden de Francisco Gil Díaz, siendo subsecretario de ingresos de la SHCP e incondicional del grupo de tecnócratas del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Claro que no. – El sector aduanero no olvida que la carga fue retardada en su devolución a la ciudad, aun cuando fue resuelto el desalojo de agua y lodo de la entonces ruta de exportación. Enérgico protestó el entonces alcalde Horacio Garza Garza y se le unieron las voces de la Asociación de Agentes Aduanales de Nuevo Laredo. Empecinado Gil Díaz en favorecer a Colombia, puso una y mil trabas, entre ellas la actualización exprés del sistema aduanero, que con apuros se cumplió.
Aclarando. – Hagamos cuentas, diariamente por el Puente Internacional III cruzan entre seis mil 400 y seis mil 800 cargas de exportación, mientras que en importación registran un tránsito aproximadamente 7 mil 100 cruces, de acuerdo con el Prontuario Socioeconómico de Nuevo Laredo 2017. Con las eventualidades de paro y desvío de carga, el gobierno de Tamaulipas deja de percibir más de 700 mil pesos diarios en cobro de esas cuotas de peaje administradas por el Fideicomiso del Puente III.
Clarificando. – A este “robo en despoblado” contra Nuevo Laredo, habría que agregarle la carga peligrosa que retiene en exclusividad el Puente de Colombia y que por igual le fue quitada a la N. Laredo. Aun cuando desde hace más de cuatro años quedó totalmente acondicionado el Puente III para ser recibida de nueva cuenta ese tipo de mercancía al cumplir con todos los requisitos, el rechazo se mantiene vigente bajo el argumento de que pende de meros protocolos entre México y EU.
Sabía usted que. – En revistas empresariales y de comercio internacional, Hugo González González, director de la Codefront, insiste en difundir y enaltecer que la demanda de cruces fronterizos por el estado de Nuevo León ha crecido 70 por ciento, gracias a su eficiencia en el servicio y calidad de despacho aduanero, lo que representa dos mil 200 cruces más por día para exportación y que sumados resultan cinco mil 900 cruces de tráileres para exportación. Aquí, ni celebramos el aniversario del Puente III.