Por Raúl Hernández Moreno
¿Quién pudo imaginar que el PRI entraría en crisis y se vería obligado a rentar parte de sus instalaciones?
Así es. La presidenta del Comité Municipal del PRI, Mónica García Velázquez, anuncio la renta de un pequeño salón ubicado en la parte de atrás de las instalaciones, con acceso por la avenida Degollado, así como dos consultorios, uno dental, ya equipado, y otro para consulta general.
Con lo que se obtenga de las rentas, se van a financiar las actividades ordinarias del PRI.
Imposible pensar en pasar la charola entre los ex alcaldes, ex diputados federales, ex diputados locales, ex regidores y ex funcionarios de los tres niveles, que llegaron a los cargos postulados o promovidos por el PRI. Intentarlo, es ir al fracaso.
Muchos de los ex cambiaron de partido. Otros siguen en el tricolor, pero sus condiciones económicas son distintas a los tiempos de jauja. Muchos no quieren saber nada del PRI.
Apoyar al PRI no es fácil. Les cuento. En la elección del 2018, Daniel Peña y Yahleel Abdala exigieron candidaturas y posiciones para ellos y su gente y a cambio se comprometieron a mantener en operación las instalaciones del PRI. Se les dio todo: senaduría, alcaldía, regidurías. Todo lo perdieron y al terminar la elección el edificio del PRI se quedó sin energía, por no pagar los recibos de consumo.
Después de la elección, Sergio Guajardo Maldonado, entonces presidente estatal del PRI, vino a Nuevo Laredo y montó en cólera por el incidente del servicio suspendido de energía y frente a varias decenas de testigos, les reprocho a Yahleel y a Daniel Peña no haber cumplido con el compromiso de mantener activas las instalaciones del partido.
¡Y eso que Daniel y Yahleel quieren mucho al PRI!
En estos momentos de crisis económica para el PRI tampoco es recomendable recurrir a la militancia, que cada vez se achica más. En el 2010, el PRI obtuvo más de 83 mil votos y en la elección de hace unos pocos días, apenas llegó a los 13 mil. ¡Perdió 70 mil votos en 9 años!
Imposible pasar la charola con esos 13 mil votantes cautivos. Muchos apenas ganan para sobrevivir y pedirles que aporten un poco para el PRI, es condenarlos a más estrecheces.
El PRI no tiene más opción que aprender a ser opositor y trabajar con los pocos recursos que obtenga. Es lo mismo que durante décadas hizo el PAN, hasta que gano. Y es lo mismo que hacen los demás partidos: trabajar con lo que tienen, aunque sea poco.
Para suerte del PRI, el edificio donde opera el Comité Municipal es propio. El terreno se los donó el gobierno municipal a principios de la década de los ochentas y la construcción se hizo a mediados de esa misma década.
Los priistas tienen que decidir el destino de su partido. Son ellos los que deben sacarlo del pozo en que se encuentra. Salir adelante no es fácil, pero deben intentarlo. Hay militantes dispuestos a echarle ganas, cono el profesor Adán Hernández, es cuestión de darle una oportunidad.