Por Raúl Hernández Moreno
La próxima semana se despejara la incógnita sobre el nuevo presidente del Comité Directivo Estatal del PAN. O es el ex diputado de Reynpsa Luis René Cantú Galván, repite Francisco Elizondo o es César Verastegui. Los tres son gente del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.
De acuerdo con la convocatoria para renovar la dirigencia, el 29 de octubre los aspirantes deben presentar ante el comité organizador la carta de intención, al siguiente día es el registro formal de la candidatura. Del 3 de noviembre al 7 de diciembre habrá campaña interna de proselitismo y la elección es el 8 de diciembre. Lo que es evidente es que habrá un candidato de unidad.
Mientras tanto, muy comentado es el posicionamiento que a nombre de los alcaldes tamaulipecos dio el presidente municipal Enrique Rivas Cuéllar en torno al presupuesto federal del 2020, en el cual se prevén recortes a Estados y Municipios.
La posición de gobernadores y alcaldes es clara: no a los recortes y sí a un incremento en las participaciones, que sea superior al índice inflacionario.
Es en los municipios donde empieza el federalismo. Es en los municipios donde hay un contacto más directo y frecuente entre gobernante y gobernados. El presidente de la república, si bien nos va, vendrá una o dos veces en el sexenio a Nuevo Laredo. Los gobernadores visitan sus municipios con más frecuencia, siempre y cuando no se trate de un Oaxaca con sus casi 600 municipios.
Este contacto más directo origina mayores reclamos de parte de los gobernados, porque exigen soluciones a los problemas públicos que padecen y aún se dan tiempo para plantear problemas personales.
La batalla de Rivas Cuéllar nos recuerda la de Horacio Garza peleando el peaje de los puentes internacionales y que finalmente se aumento de 10 a 25 por ciento. Es necesario seguir esta batalla. Al que no habla, Dios no le ayuda, dice un refrán. Y en política hay que hablar claro y fuerte.
Mientras tanto el gobierno de la 4T lé aplicará a los ahorradores un nuevo incremento en la tasa de retención. Hasta el 2018 esta tasa era del 0.46 por ciento de los intereses ganados; en el 2019 aumento al 1.05; y en el 2020 subirá al 1.45 por ciento. Es un golpe a los más pobres, que con sacrificios logran reunir, 40 mil, 70 mil pesos.
Con esa voracidad muchos optarán por guardar su dinero bajo el colchón.
Y eso que la 4T ofreció no crear ni aumentar impuestos en el sexenio. Y mientras a los ahorradores pobres les aplican contribuciones más altas, los grandes tiburones empresariales como Ricardo Salinas, Emilio Azcarraga Jean, Carlos Slim, entre otros, forman parte del consejo asesor empresarial del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Esa cercanía les permite plantearle de viva voz y en cortito, toda clase de peticiones, con la seguridad de ser escuchados y atendidos. Y luego nos quieren engañar con aquello de separar el poder político y el empresarial. Es lo mismo de siempre. O como diría el AMLO candidato, unos son cochinos y los otros son puercos. O marranos, o cerdos. Es igual.