Por Javier Claudio
Claridades. – Algunos no lo querrán ver así, pero, Nuevo Laredo sigue apagando luces más temprano desde hace algunos años, para hundirse en un silencio sepulcral que denota temor, tristeza, impotencia, luto y rabia al ser testigos de cómo nuestra ciudad se va de nuestras manos a causa de la repercusión de hechos delictivos, tan igual que el resto del país y por lo tanto no es privativo. Y son las autoridades de Gobierno Federal quienes coparticipan en esta zozobra con difusos resultados.
Aclarando. – Los hechos de intranquilidad no son solamente la preocupación y espanto, sino también la actividad de la Aduana de Nuevo Laredo, al empantanar las importaciones de vehículos usados debido a la serie de requisitos y la harta falta de personal, precisamente en el momento del más alto flujo de paisanos. Con los recientes “candados” a la importación y ya con la llegada en alud de connacionales en busca de nacionalizar sus vehículos, tendremos un verdadero viacrucis de paisanos.
Claroscuro. – La propiciada caída en el movimiento de importaciones de vehículos, estimada hasta en más de un 90 por ciento, comparativamente a años anteriores, es el resultado de una dura campaña pagada por ensambladoras mexicanas a fin de incrementar sus ventas, no obstante ser precios altos de los vehículos y que con ello se podrían adquirir e importar hasta cuatro unidades motrices modelos 2010 en los Estados Unidos. La presión funcionó gracias a un generoso financiamiento.
Claro que sí. – La Aduana cada vez aparece más cerrada al acceso, sus operaciones son totalmente a espaldas y esto, según se dice, se debe a la constante detección de actos de corrupción en la parte interna de esta dependencia del Servicio de Administración Tributaria (SAT), lo que ha dado paso a un sinnúmero de evasiones al fisco de todo tipo hasta atraer la alerta de autoridades del aparato gubernamental. Ah y mientras la Aduana de Colombia, mejora y acorta distancia al comercio exterior.
Clarín. – La rigidez con que operan ahora las importaciones de vehículos, obliga a que un buen número de paisanos tenga ya como lo modalidad el desaduanizar desde comercializadoras de Laredo, Texas a fin de evitar que ante el rechazo tengan que abandonar sus vehículos en los entornos de los Puente I y II, dando paso así a otro abuso como es el latrocinio y al desvalijamiento por parte de delincuentillos, amén de que son estorbo para vecinos. Es claro; el paisano vive cada temporada un viacrucis.
Claro que no. – Sepa usted que, en la mayoría de los casos de robo en contra del paisano, no hay denuncia y en el remoto caso de existir, jamás se llega a ratificar y es entonces que la acusación de algún delito queda impune y si hay algún “coyote” detenido, inminentemente quedará libre al no ser ratificada la acusación. Sin duda, esto habla mal de nuestra justicia y de aparato de gobierno. Los nudos de la justicia, ahí están, amén de que, con todo esto, ¿qué paisano se quedaría a denunciar?
Clarificando. – La alerta roja para el paisano incluye que la importación de un vehículo modelo 2010, tipo comercial hoy cuesta alrededor de 60 mil pesos, esto es un ¡600 por ciento más que hace cinco años! Además, el paisano topará con horario restringido para importar pues la aduana, esto es solamente de nueve de la mañana a la una de la tarde, así también el cupo recientemente impuestos por la autoridad son de solamente 50 unidades diarias. Todo esto, es una garantía de viacrucis al paisano.
Sabía usted que. – Un nuevo proceso de nacionalización aplica desde Laredo, Texas, donde el paisano envía anticipadamente su unidad motriz, se procede a desaduanizar mediante el pago de un chofer de agencia aduanal o comercializadora y así al llegar el connacional de su lugar de trabajo en EU encuentra la gestión concluida. Otra más, por motivos de seguridad el paisano paga un adicional para que el chofer tras gestionar la importación de su vehículo ante Aduana, le sea retornado a Laredo, Texas, desde donde parte con su familia directo a sus lugares de origen en México.