Por Mario Vargas Suárez
Para el mundo diciembre de 2019, prácticamente pasó como todos los años, con festividades porque un año termina y otro nace, regalos, fiestas, reuniones familiares y de amigos, vecinos y compañeros de trabajo.
Buenas voluntades y mejores pronósticos para todos… menos para los habitantes de una provincia de China, Wuhan, porque se descubrió el padecimiento aparentemente gripal que estaba afectando a un número importante de gente de aquella próspera región asiática.
Los médicos especialistas de la Organización Mundial de la Salud descubrieron que el Coronavirus de Wuhan, provincia de Hubei, para el 11 de marzo de este 2020 se había detectado en a más de 100 territorios, por lo que se declaró Pandemia.
Precisamente el mismo 11 de marzo las autoridades de salud en el mundo, para su país, empezaron a determinar las acciones a seguir en cada caso específico, sobre todo porque el acelerado comercio internacional representó una amenaza de contagio.
En México, los ‘picudos’ en salud del gobierno federal, al enterarse del problema en Wuhan, china, determinaron que en pleno Puente Oficial por el natalicio del Benemérito de las Américas, Don Benito Juárez García, dieran la alarma para suspender las labores escolares, pero a partir del lunes 23 de marzo.
Gobiernos como el de Tamaulipas, determinaron que los escolares de todos los niveles no regresaran del puente del día 16 de marzo, por lo que desde el 17 de marzo ningún plantel desde preescolar hasta universidad, suspendían sus labores hasta el lunes 20 de abril, fecha de terminación de vacaciones.
Es lamentable la conducta de un buen número de mexicanos que, pese a las imágenes transmitidas por la televisión nacional y las redes sociales, continúan en la calle, aunque no trabajando.
El número de sospechosos, contagiados y hasta las defunciones registradas va en aumento escandaloso y hasta se ha confesado que países como Italia y España, los dos mayormente contagiados de Europa, minimizaron las medidas preventivas para evitar el contagio.
El decir de la existencia o no del COVID 19 por gente del medio artístico también ha despertado suspicacias entre los famosos de los escenarios y sus seguidores, de tal forma que son múltiples de polémicas donde se dan y con todo.
El temor para un buen número de ciudadanos de todas las edades, tiene su base en los comentarios de noticias, pero también en las noticias falsas que parecieran, cada día es la audiencia más elevada, por lo que ello también desequilibra.
A lo anterior se adiciona lo desatinado del actuar gubernamental, particularmente el presidencial, que lo mismo se ‘ampara’ con su estampita, que con su ‘limpia’ o su fuerza moral, avalada con la autoridad del Dr. Hugo López Gatell, primera y pareciera única autoridad médica en la materia.
Los colaboradores del presidente mexicano, siguen organizando giras al interior del país, incluso el pasado fin de semana no solo fue polémico el que no haya querido dejarse tomar la temperatura corporal, sino que hubo muchos saludos de mano -tema prohibido por salud mundial- incluyendo a Doña Consuelo, madre del Chapo Guzmán.
El frente mexicano contar en COVID 19 pareciera estamos desnudos, a la intemperie. No porque no tengamos ropa, sino que médicos, enfermeras y personal sanitario carece de elementos básicos para enfrentar a la Pandemia iniciada diciembre en la muy lejana y bella ciudad de Wuhan.
No solo es Tamaulipas, por desgracia es el país entero quien se queja de que las clínicas, hospitales, consultorios, dispensarios del IMSS, ISSSTE y SSA quienes carecen insumos básicos no solo para atender a pacientes afectados por la Pandemia del COVID 19, sino que siguen afectados la atención a pacientes con cáncer, diabetes, hipertensión, daños renales, etc.
Estudios como electrocardiogramas, tomografías, rayos X, odontológicos, ópticos y hasta la aplicación de quimioterapias, radioterapias o diálisis y hemodiálisis no se pueden realizar por falta de médicos y enfermeras que se niegan a trabajar por inseguridad sanitaria.
Pregunta a quien corresponda: ¿Es posible la aplicación de la Ley de Responsabilidades de Funcionarios Públicos, por la falta de insumos para enfrentar la Pandemia? Porque hasta el presidente dice que hay de todo y quienes reciben a los pacientes dicen ‘no es cierto’.