LUPITA TORRES / LA RED DE ALTAMIRA
TAMPICO.- Ante el inminente riesgo de contagio por covid-19, los abogados ahora tienen que litigar desde su despacho, de manera virtual pues solamente a través de medios electrónicos son recibidas las denuncias y programadas las diligencias que vayan surgiendo del proceso legal que soliciten, por lo que hasta el 92 por ciento de los procedimientos se realizan de esa manera.
La labor que únicamente será presencial es cuando sea estrictamente necesario como el caso de requerir testigos en algún expediente.
El magistrado del Supremo Tribunal de Justicia de Tamaulipas Horacio Ortiz Renán asegura que se está trabajando de forma virtual en un 92%.
Dijo que si se abren los tribunales se corre el riesgo de contagiarse, por lo tanto, señaló que se tiene que avanzar poco a poco de ahí que se tengan que trabajar con los abogados de manera electrónica.
Ortiz Renán mencionó que se tiene que ser muy cuidadoso con este virus y puso como ejemplo el deceso de una oficial de partes de Altamira de solo 34 años de edad, de ahí que se siga trabajando de la citada forma.
“Hablando con los abogados se les ha explicado por medio de videoconferencias, se les explicó cómo estaban las cosas, las experiencias de otros tribunales con demasiados contagios y el hecho de abrir antes podría afectar y en dos o tres semanas echar abajo todo y comenzar de cero, con eso se convencieron”, declaró.
“No se reciben abogados, no se reciben escritos, todo está siendo vía digital… hemos tenido buena respuesta con las consiguientes incomodidades que causa el salirse de nuestra zona de confort de la computadora y la impresora, y empezar a meterse al Tribunal electrónico y buscar la opción de mandar la solicitud en tal o cual sentido, y esperar por la misma vía el acuerdo del juez”, dijo. El magistrado presidente Ortiz Renán dijo que actualmente se trabaja en dos turnos, de 8 a 14 horas y de 14:30 a 20:30 con dos terceras partes del personal en ambos turnos, mientras que la tercera parte realiza trabajo desde casa; ese grupo está integrado por personas con alguna enfermedad de tipo crónico degenerativa o mujeres embarazadas, es decir, población vulnerable al Covid-19.