ESPECIAL / LA RED DE ALTAMIRA
ALTAMIRA.- Con el fin de privilegiar los derechos humanos de las familias que habitan en la zona sur de Tamaulipas, ambientalistas han señalado la necesidad de un proyecto emergente que permita regular el crecimiento desacelerado de la población de cocodrilos al punto de convertirse en una plaga.
Ambientalistas señalaron que reubicar los cocodrilos a zonas de reserva como el Cañón de La Pedrera no es la solución más viable, pues estos animales son nómadas y tan pronto como son liberados se desplazan y terminan en las lagunas o deambulando por las calles.
Activistas como Marisol Marín, han señalado que la reubicación no es la solución, pues si bien se ha planteado el censo, estos animales se reproducen a 100 crías por hembra y cada año hay cien veces más en número de saurios, lo que se está convirtiendo en una plaga.
Aseguran que no están en contra que liberen los cocodrilos en Altamira, pero recomiendan elegir una sola laguna para el destino final de estos animales, ya que, de seguir con este procedimiento cercano a zonas urbanas, el riesgo por ataques se eleva de forma considerable.