Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- La comercialización de vehículos americanos fue ubicada en un “punto muerto” debido a la baja en el movimiento de este tipo de operaciones por los altos costos registrados y otro tanto por el estancamiento del programa de regularización del Gobierno Federal.
“Esto está muerto, pues nadie compra”, dijo Esteban Salinas Molina, un vendedor de vehículos americanos usados, al considerar que este freno es alentado por los excedentes en los precios de los últimos precios y la expectativa de la regularización programada.
Hizo saber que gran parte de este tipo de compra-venta aparece congelada al estar fijada la atención en lo que traerá el programa regularización en el Estado, según debido al proceso de elecciones, pero ya se da en otras partes de la República Mexicana.
De acuerdo al Decreto de Regularización son hasta modelos 2016 los que se podrán beneficiar con la regularización, pero también estarán restringidos a este proceso de acuerdo al ingreso al país.
Y LOS IMPORTADOS
Lo otra razón del “punto muerto” de este tipo de operaciones vehiculares es la elevación de costos para importar por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT), esto en relación a la gestión ante la Aduana sobre el valor de la unidad motriz.
En apreciación de importadores de vehículos, este desquiciante costo si bien bloquea la legalización de autos, alienta a su vez la introducción de contrabando y la evasión del pago de impuestos.
“Es así que está gestión aparece como incosteable para muchos ciudadanos debido a que se tienen que pagar altos precios de importación, luego que el precio del pedimento supera el costo de la unidad”, dijo Matías Salas, empleado de una comercializadora.
Se cita como ejemplo: si un ciudadano pagó 900 dólares para comprar un vehículo usado originario de Estados Unidos, por el proceso de importación podría pagar hasta mil 600 dólares, lo que resulta incosteable para muchas personas”, dijo Salinas Molina.