Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.– La creación del Puente IV-V tiene una modalidad que pretende garantizar el desarrollo en su entorno en la venta de terrenos y sí evitar se conviertan en “áreas congeladas en la inutilidad” como sucedió con el Puente III del Comercio Mundial.
Todas las áreas adjuntas a donde quedará situado el nuevo cruce de carga internacional, tendrán como requisito estricto para los compradores que no deberán ser dejados en el abandono y convertirlos en piedra de tropiezo.
Datos obtenidos en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), observan que será en el mes de noviembre del 2023 cuando el Gobierno Federal dé a conocer los pormenores de la obra que tendrá una inversión inicial de ocho mil millones de pesos.
Confirmada en detalle la obra del Puente IV-V, inmediatamente sobrevendrán las compras de los terrenos aledaños por parte de inversionistas, pero deberán acatar por acuerdo que estos deberán mostrar desarrollo y actividad en no menos de dos años.
Algunos constructores integrados a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), hicieron saber también que estos requisitos que obligarán a poner en funcionamiento todo terreno adquirido evitarán situaciones como las que se enfrentaron en el Puente III del Comercio Mundial y trunco desarrollo.
“Puente IV-V es una obra definida por el Gobierno Federal con presupuesto etiquetado y la que ya se maneja con algunos avances de medición y acondicionamiento del sitio donde será construido”, asentó.
La ubicación del Puente IV-V está contemplada en su construcción aproximadamente hacia la parte oriente del Kilómetro 18 de la Carretera Nacional, donde se encuentra situada una isleta emblemática y un letrero gigante que dice Nuevo Laredo.