UN CENTENAR DE PERSONAS MIEMBROS DE 20 FAMILIAS DE LA COMUNIDAD EL DELFÍN
El salvoconducto está prohibido para los mexicanos, quienes pueden transitar libremente, sin embargo esta comunidad ha tenido que hacer uso de ello para poder entrar y salir de El Delfín, un asentamiento ubicado a 500 metros del faro y no tiene contacto con el resto del municipio, salvo teniendo que pasar por el interior de la Asipona.
ESPECIAL / LA RED DE ALTAMIRA
ALTAMIRA.- Un centenar de personas miembros de 20 familias de la comunidad El Delfín en Altamira han sido desplazados por la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona), quienes desde enero pasado con la entrada en vigor de la nueva administración portuaria, se han portado de manera prepotente al grado de expedirles un tarjetón para poder desplazarse desde su comunidad hacia el exterior.
El salvoconducto está prohibido para los mexicanos, quienes pueden transitar libremente, sin embargo esta comunidad ha tenido que hacer uso de ello para poder entrar y salir de El Delfín, un asentamiento ubicado a 500 metros del faro y no tiene contacto con el resto del municipio, salvo teniendo que pasar por el interior de la Asipona.
El representante legal de los pescadores declaro que fue en 1992 cuando el gobierno federal expropio las tierras de ganaderos y ejidatarios para construir la API, sin embargo fuera de la negociación quedaron los pescadores, quienes hasta antes de enero del 2021, podían entrar y salir de su comunidad, así como también podían realizar labores de pesca.
Ante tal situación, los pescadores han interpuesto un amparo en un juzgado federal con sede en Tampico, para solicitar se les permita el libre tránsito, pues los terrenos de la Asipona fueron cercados y solo entra quien tenga una credencial, mientras que proveedores de hielo y agua no pueden entrar y para sacar a sus enfermos tienen que caminar un largo trayecto hasta lomas del real, para tomar un trasporte público o de particulares.
La administración de la Asipona bloqueó con barricadas el único acceso a los pescadores, quienes viven al día y ahora con esta situación no pueden desarrollar su actividad, quedando practicamente incomunicados con el resto de la sociedad, sufriendo de desplazamiento forzado al verse obligados a abandonar sus hogares.