PILAR DANTÉS / LA RED DE ALTAMIRA
TAMPICO.- Aunque reconoce que el trabajo del Instituto Nacional de Migración no es sencillo y que en Tamaulipas el trato a los migrantes es más humano, la diputada federal Rosa González lamentó que en algunas otras entidades del país abundan las quejas de los extranjeros que están de paso, por lo que los legisladores exigen que se atienda la problemática para que sus derechos no sean vulnerados.
“Hemos estado exigiendo al comisionado, el señor Garduño como a Encinas, que es el subsecretario que atiendan los casos de quejas que hay al respecto y que se respeten los derechos humanos, que los albergues se respeten y que haya la gente adecuada porque luego los saturan, y los están incomunicando durante días y días y eso tampoco es legal, les quitan sus pasaportes, etcétera, entonces si hemos estado siguiendo algunos casos”.
Externó que las quejas son en todo el país, principalmente en los albergues que son los lugares donde se supone, deben permanecer resguardados pero es donde más están batallando.
“En Tamaulipas no he recibido tantas quejas, porque no tenemos tantos refugios, los que mejor funcionan son los que tiene la sociedad civil, que son los que menos quejas tienen, los que tiene el gobierno federal son los que más quejas tienen y sobre todo en la parte norte, Baja California y en la parte de Tapachula, en Chiapas”.
Pero señaló que aunque no hay quejas en los albergues, en Tamaulipas surge algo peor, que los migrantes andan por las calles, se instalan en la vía pública, esperando la oportunidad de cruzar hacia el vecino país del norte.
“Es complicado porque además están esperando en el programa ‘Quédate en México’ poder cruzar a Estados Unidos y mientras no tengan un estatus migratorio en el país no pueden hacer nada y mientras el instituto encargado de dar este estatus migratorio a toda esta gente que se pretende quedar en el país no tenga dinero para operar, no puede hacer nada y el problema se queda con los municipios y estados”.
La legisladora manifestó que recientemente, México hizo un acuerdo con Estados Unidos para recibir 30 mil migrantes al mes, entre venezolanos, ecuatorianos, y a partir de noviembre del 2022 se empezaron a recibir más de 5 mil por la frontera de Tamaulipas, que todos llegaron a la ciudad de México buscando su estatus migratorio, y forman interminables filas.
“Esto crea inseguridad, problemas sanitarios y el país no tiene capacidad, si no hay para nosotros, menos para recibir a tanta gente”, insistió para señalar que el siguiente paso es pedir una reasignación de presupuesto a la SHyCP para que le den dinero a la COMAR que brinda atención a refugiados para que les den un estatus migratorio a la gente que pretende quedarse y a la que se quiere cruzar, la apoyen en el procedimiento.