Consideran que es difícil que así sea declarada
Para el sector ganadero, la región ya es zona de siniestro como efecto de la sequía, la que sin embargo no será declarada, por ser una decisión sumamente analizada y de poca procuración por parte de autoridades de Gobierno Federal.
Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- Para el sector ganadero, la región ya es zona de siniestro como efecto de la sequía, la que sin embargo no será declarada, por ser una decisión sumamente analizada y de poca procuración por parte de autoridades de Gobierno Federal.
Con una “sequía a todo lo que da”, el sector ganadero consideró que aun cuando la región sobrevive con características de una declaratoria de zona de siniestro, el Gobierno Federal ha anticipado renuencia a la toma de decisión.
“La última humedad y no precisamente lluvias fue en septiembre, mientras que el año pasado se vivió situación similar”, dijo el productor Luís Arturo González Esparza, socio de la Asociación Ganadera de Nuevo Laredo-Cd. Guerrero.
La sequía afecta ya a once entidades del país y entre ellas Tamaulipas, en donde el Distrito Agrícola 156 presenta un grave déficit de agua, derivado de la prolongada falta de lluvias, dijo.
Abundó al citar que los formatos de la Federación son muy exigentes para declarar una zona de siniestro, por eso se desiste de solicitar ese apoyo y se opta mejor por redoblar esfuerzos para sacar adelante el ganado y el campo.
Señaló que los gastos más fuertes son en la compra de suplemento de alimento y el acarreo de agua, luego que el campo dejó de producir zacate para el ganado y las presas aparecen en su mayoría secas.
“El gasto económico es fuerte y la capacidad se reduce y lo que ahorita pudiera levantarnos un poco la economía sería la exportación de bovino hacia los Estados Unidos, cuyo precio de 1.80 dólares la libra, dista de ser la mejor oferta, pero alivia”, comentó.
Rechazó el productor que la tensión que vive el productor pudiera en un momento atraer las ventas de pánico de ganado y que la cifra de exportación que existe es parte natural de la exportación.
“La producción de animales no para en ningún momento, así trabajamos todo el año, pues vendemos los becerros y conservamos los vientres que es lo que nos asegura continuar exportando”, asentó González Esparza.