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EL FRANCOTIRADOR
Por Óscar Jiménez
Lo menos que podemos decir es que hay opacidad en el gobierno municipal de Altamira.
O como diría el clásico, el sospechosísmo cubre las acciones municipales en Altamira porque al menos dos regidores, el director de deportes y el tesorero municipal recibieron ayuda social del ayuntamiento que preside Armando Martínez Manríquez y lo más grave un club de ricos también recibió ayuda social.
Y vamos con los sospechosos apoyos sociales que no cumplen a mi entender con la transparencia que exige la ley.
El ayuntamiento paga servicios muy caros y que no cumplen con la transparencia para publicar quien cobra qué y cuánto.
De hecho hay una denuncia pública del priísta altamirense Carlos González Toral que dice que el gobierno de Armando Martínez Manríquez llevó acabo un contrato de servicios profesionales por honorarios por 240 mil pesos por asesoría jurídica.
Y aunque Toral no entre en los detalles yo les digo que lo que más extraño, me parece, es que se especifique que solamente se puede publicar en internet con transparencia el tipo de servicio y el monto, pero no el nombre de la empresa o prestador de servicio que cobra ese dinero, argumentando que el prestador pidió que no se publicara con trasparencia esa información. ¿La pregunta obvia es se puede hacer eso? ¿No va contra la transparencia? ¿Y si eso los solicitan todos los proveedores y/o prestadores de servicio?
En ese “ocultamiento” pudiera estar el detalle o “el diablo”, porque creo que cualquier prestador de servicio que quiere hacer negocio con una entidad pública debe saber y sujetarse a las normas legales del ente público.
Pero eso no es todo, les cuento que la regidora de Altamira Leticia Barrios Chavero “recibió una ayuda social” por 17 Mil 570 pesos, seguramente se encuentra en pobreza extrema ¿No?
Del mismo modo otro funcionario de Altamira aparece con dos ayudas sociales y ese es el director de deportes Carlos Alberto Arriaga Aparicio.
Él aparece con dos ayudas sociales, una por 15 mil 312 pesos y la otra por 9 mil 550 pesos, dineros que el ciudadano supondría que es para el pueblo, para los verdaderamente necesitados y no para pagar lealtades o cualquier tipo de compromiso político o económico o necesidad de un empleado como sospechosamente cualquiera piensa es lo que está suponiendo.
El fondo de dinero para ayuda social debe ser para el pueblo, y si se quiere ayudar a los funcionarios o empleados de un ayuntamiento se debería crear un fondo económico para prestar el dinero que alguien necesitara, porque ellos sí están cobrando un sueldo bueno.
Pero el pago de ayuda social a regidores no se detiene ahí, por ejemplo, al regidor altamirense Irving Giovanny Montes Rosales recibió un monto de 15 mil pesos, pero el caso aún más extraño es el del tesorero municipal de Altamira Regino Vega Vázquez que se dio una ayuda social de 5 mil 282 pesos.
La gran pregunta de los 64 mil pesos es ¿un tesorero municipal de cualquier localidad se encuentra en la pobreza? Se le debe dar ayuda social.
De lo contrario si reciben ayuda social los que cobran suculentos sueldos sería un sobresueldo criminal habiendo tanta gente necesitada en la calle.
Pero el colmo de todo este sospechosísmo es la ayuda de tipo social por 30 mil pesos que el gobierno municipal de Altamira que encabeza Armando Martínez Manríquez otorgó a los pobrecitos del Club de Regatas Corona de Tampico bajo el argumento de que es una institucion sin fines de lucro (jajajaja), habiendo tantas organizaciones de ayuda a los más necesitados eligieron a un club de los más ricos de la zona conurbada de Tampico, Madero y Altamira.
El Club de Regatas Corona para empezar tiene su sede en Tampico, en la Laguna del Chairel en donde es un club con amenidades como restaurante, bar, y servicio a los que tiene lanchas de motor fuera de borda y hasta yates, vaya pues no es un club de pobres.
Por lo que no sé cómo hicieron el soporte social y administrativo de la ayuda social a este club, salvo que se esté pagando alguna membresía y o tipo de servicio a quien le guste de asistir del ayuntamiento de Altamira a este club y disfrutar sus divertidas amenidades, y así lo escondan.
Como todo esto muestra opacidad creo que se debería hacer un seria investigación del fondo económico para ayuda social por parte de la Auditoria Superior del Estado de Tamaulipas porque por lo menos son casos sospechosos, y lo planteo así, para no caer en frases lapidarias antes de que la autoridad investigue.
Qué está pasando en el municipio de Altamira que solamente en el discurso dicen que trabajan para el pueblo, pero hay opacidad en muchas de sus acciones y que en la realidad también la familia del señor alcalde toma decisiones en las cosas públicas del ayuntamiento.
Lo menor que se puede decir de esta situación es que hay opacidad en el renglón de transparencia y ello mueve a pensar mal del trabajo, además aún falta echarle una revisión a los asuntos de Compa Altamira.
Y es que mientras el Dr. Américo Villarreal Anaya está trabajando fuerte y con honradez por hacer de Tamaulipas, un polo de desarrollo donde las garantías son la seguridad jurídica y la honestidad de los funcionarios tamaulipecos, no se vale que haya municipios en donde parece que no se trabaja en la misma dirección.
Porque las acciones de algunos municipios son opacas y ensucian las políticas estatales. El gobernador Américo Villarreal Anaya pone el ejemplo de honestidad y lo único que podemos esperar de los municipios es que sus alcaldes se desempeñen de la misma manera...con rectitud.
AL TANTO
…los tres principios básicos de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México…No Mentir, No Robar y no Traicionar al pueblo.