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POR EDY PINTOR
En la vida, el éxito depende en un 10% del talento, el esfuerzo, la visión y la búsqueda incansable de un propósito; el otro 90%, depende de la buena fortuna que otros le llaman “Suerte”.
El ejemplo más puro de un “bueno pa’ nada” es el corruptísimo diputado que fue enlace político de Sergio Carmona Angulo, al cual, por cierto, ni una esquela por su fallecimiento publicó.
Erasmo González Robledo, quien sorprendió a Morena a través de la difunta Úrsula Obrador, prima del AMLO, a quien él mismo infectó de COVID por su ambición e insensatez, un “Ave de mal agüero” –al que se le acerca, fallece (Sergio Carmona y Ursula Obrador)–. Un sujeto sin escrúpulos, que no le importó llevárselos entre las patas para ser diputado.
Hoy ocupa el cargo que tenía de comisión Carlos Salinas de Gortari, por supuesto, con toda proporción guardada –una diferencia abismal–, porque es un político pueblerino de muy baja caterva moral, pusilánime y siempre con la “culencia” en la mano.
Erasmo González Robledo ejemplifica exactamente lo que en el idioma de Shakespeare denominamos “Stingy Person”. ¡Ojete, pues!
Muchas gracias y hasta pronto…