PILAR DANTÉS / LA RED DE ALTAMIRA
TAMPICO.- El albergue de Tampico que está en óptimas condiciones, continúa recibiendo a las personas que requieren techo, comida y abrigo porque carecen de vivienda y las bajas temperaturas con lluvia, los obligan a buscar dónde resguardarse; el operativo de Protección Civil se mantiene a la expectativa para detectarlos y las autoridades municipales con el apoyo de la sociedad civil, les dotan de lo necesario para al menos, pasar la noche.
El regidor Homero Perazan hizo hincapié en que sus amistades, gente altruista de la ciudad, aportan alimentos, ropa y calzado para quienes normalmente duermen en la calle, sin embargo ante el frío y la pertinaz llovizna no es opción y apoyados por Bomberos y demás cuerpos de auxilio y rescate, realizan los rondines para invitar a los indigentes a pasar la noche en el refugio.
“Les traen su champurrado, cafecito, panecito caliente, ropita de invierno… el año pasado tuvimos inclusive migrantes, que son de tránsito, hoy va más gente que comúnmente deambula por la ciudad, sin hogar, son a quienes se les provee de alojamiento, siempre que ellos acepten”.
Señaló que son atendidos dignamente pues la recomendación para brindarles el apoyo y que siempre es atendida por Bomberos como primer respondiente, es el respeto a los derechos humanos de estas personas, para lo que la coordinación entre los integrantes de Protección Civil ha sido primordial.
El edil recordó que en Tampico hay 2 albergues oficiales, el de la calle Carranza en Tampico que normalmente es el que opera y uno más en la zona norte sin embargo, “el plan B y plan C en automático, son el Auditorio Municipal y la Ciudad Deportiva, donde cuentan con camas, cobertores y alimentos”.
Homero Peraza dijo que a la fecha no han sido rebasados en capacidad, ni siquiera los dos años anteriores cuando por la pandemia, hubo casos de Covid que fueron debidamente atendidos y no se registró ninguna defunción.
“Todo saldo blanco”, expresó.
Finalmente señaló que sí ha habido casos de personas reacias a permanecer en el refugio, bajo cualquier argumento, sobre todo porque temen que sus compañeros les roben sus pertenencias, sin embargo, lo que se pretende es brindar el apoyo pero a nadie se le obliga a quedarse en el lugar.