Bernardo Gallardo / LA RED
ALTAMIRA.- Obligados por la necesidad de conseguir un sustento para las familias, muchos hombres continúan desarrollando una de las actividades que se han convertido de las más peligrosas, se trata de la pesca en lagunas, espacios que se encuentran invadidos por lagartos.
Don Hermelindo, dice que todos los días, acompañado por un grupo de amigos, sale a trabajar en una zona que colinda con el corredor urbano; cubetas, hilera y una red llamada atarrayada, son las herramientas que utilizan para tratar de capturar el mayor número de especies.
Reconoce que es una actividad que disfruta, pero que existe un enorme riesgo, el cual está dispuesto asumir, ya que es la manera de generar un ingreso, ante las pocas oportunidades laborales.
“Pues sí, es un riesgo que corre uno, porque uno tiene que buscar para sobrevivir, hay veces que tenemos que arriesgarnos, es peligroso, porque los lagartos no te avisan, o incluso con víboras, pero uno tiene que buscar”, explicó don Hermelindo cuando se dirigía por una de las brechas a una laguna.
En el sector de la Nuevo Madero, don Ramiro, se prepara para iniciar con una jornada, su experiencia es muy amplía como pescador, conoce muy bien el lugar y asegura haber visto por lo menos 8 cocodrilos.
Un número que considera bajo, pero de igual forma debe de extremar los cuidados, ya que él asegura haber sido víctima de dos ataques, sufriendo de lesiones en parte de la espalda y en una de sus piernas.
“Arroje la atarraya pero se atoró, me incline, aunque estaba hondo, cuando sentí que me agarró, yo me hice hacía adelante, fue en ese momento cuando me soltó, yo creo que no me agarró bien, porque si me agarra bien ahí me ahoga”, es parte de la experiencia que narra don Ramiro.
Pero el peligro no es únicamente para los que buscan un sustento en la pesca, sino también para las personas que intentan recrearse, Eulogio Orozco dice conocer muy bien la laguna que se encuentra a un costado del acceso a la Nuevo Madero, en el corredor Urbano.