Raúl Hernández Moreno
Una de las reformas aprobadas en la XXII Asamblea Nacional del PRI es que quienes sean senadores pluris no podrán terminar su mandato y postularse para diputados federales pluris. O al revés, si son diputados pluris al terminar su mandato no podrán participar como senadores pluris. En adelante, quienes tengan esas intenciones tendrán que postularse por la vía de mayoría.
Desde que se aprobaron en la ley los senadores pluris, en 1996, lo que incremento esa Cámara de 64 a 128 integrantes, de la reforma se han beneficiado personajes de todos los partidos. En el caso del PRI, Emilio Gambo de la diputación federal paso al senado y Manlio Fabio del senador paso a la diputación. Ambos también terminaron como coordinadores de su fracción partidista.
En el Verde, en el PRD, en el PAN sucede lo mismo, quizá no de manera inmediata, pero los santones de cada partido nunca arriesgan su prestigio. Siempre juegan a la segura, ahí están los casos de Jorge Emilio González, Pablo Gómez, Jesús Ortega, que han gozado de las mieles del poder siendo diputados y senadores por la vía plurinominal y de paso se auto-presentan como campeones fe la democracia. El día que haya alcaldías y gubernaturas pluris, se van a postular por ese sistema, único que los pondría a salvo de un descalabro electoral.
En el futuro sería saludable que en la Constitución se ponga el candado de que sea requisito para los senadores y diputados pluris que previamente lleguen a ese vía por mayoría. De esta forma se aprovecharía a aquellos que en su desempeño muestren capacidad y responsabilidad y valga la pena que sus partidos los postulen de manera segura, para que tengan un asiento en las Cámaras y enriquezcan el trabajo legislativo. Y así, disminuiría el encono popular contra los pluris, de quienes existe el estereotipo de que como no hicieron campaña y siempre tuvieron seguro su curul, no se esfuerzan por hacer bien su trabajo, porque no tienen compromiso con ninguna ciudad.
En otro tema, justo dentro de cuatro semanas, entrará en vigor la veda para funcionarios de designación y de elección, que aspiren a un cargo electoral en el 2018. Los funcionarios con aspiraciones ya no podrán promoverse en los medios tradicionales ni digitales, ni con recursos públicos ni privados, partir del 8 de septiembre en que oficialmente arranca el proceso electoral 2017-2018.
La veda incluye a las redes sociales y será interesante ver de qué manera las monitorea el Instituto Nacional Electoral. Tanto el facebook como el whatsapp, se han convertido en un instrumento de difusión instantánea no sólo para los gobiernos, también para los partidos y los ciudadanos.
La veda alcanza a los funcionarios de elección, quienes después del 8 de septiembre no podrán organizar informes para dar a conocer lo que están haciendo, si es que aspiran a un cargo. Si no es así, podrán dar su informe, pero después no podrán buscar ser candidatos con el viejo cuento de que “yo no quería, mi partido me lo pidió”, como si junto con la petición les hubiesen puesto una pistola en la cabeza. Dar el informe y luego buscar la candidatura, serían actos anticipados de campaña que se van a castigar con la negación del registro.