
Por Raúl Hernández Moreno
En Tamaulipas el PAN llegó para quedarse, sostuvo Ismael García Cabeza de Vaca, al interactuar ante una treintena de comunicadores.
Es una expresión natural, obligada, de cajón, porque no solo viene del candidato a senador del PAN –que encabeza la fórmula y por ende tiene dos chances de llegar al Senado: ganando o perdiendo y quedando en el segundo lugar– sino además del hermano del gobernador en turno. Doble responsabilidad la suya.
El tiempo nos dirá si la frase es efectiva o no.
Esto nos recuerda cuando el 30 de mayo de 2000, Tomás Yarrington recibió en Reynosa al candidato presidencial del PRI, Francisco Labastida, y con autosuficiencia le recomendó que se fuera a hacer campaña a otra parte, “porque aquí vas a ganar el 2 de julio”.
Al final, el PAN obtuvo 521 mil 486 votos contra 445 mil 737 del PRI, que terminó perdiendo la presidencia de la república.
García Cabeza es el rival a vencer. Su partido quedó en primer lugar en las tres últimas elecciones presidenciales aquí en Tamaulipas, aunque los votos aportados en el 2012, no impidieron la derrota de su candidata, Josefina Vázquez Mota.
Ismael dio una conferencia de prensa en la que también participó su compañera de fórmula, María Elena Figueroa y el candidato a diputado federal, Salvador Rosas quien mostró estar bien informado sobre temas como el recinto fiscal, el aeropuerto de carga y sobre la gasolina. Lo único que le falta es tomar un curso de “caime bien”, que sería irrelevante si no participara en política.
No solo los candidatos a senadores del PAN estuvieron en Nuevo Laredo, también estuvo Patricio King del Verde y Américo Villarreal, de Morena.
Américo trae un discurso anticuado, que se apoya en meras buenas intenciones, aunque en su descargo hay que decir que carece de experiencia electoral y política, lo que no lo justifica, pero sí lo explica. En las siguientes semanas puede mejorar y soltarse más en su trato con la prensa.
Lo que convierte a Américo en un rival de riesgo para sus oponentes es que el efecto AMLO lo puede hacer ganar la elección, como hemos visto en otros procesos aquí en Nuevo Laredo, concretamente en el 2000 y el 2012 cuando el PAN ganó la diputación federal casi sin hacer campaña.
Y lo mismo aplica para Heriberto Cantú: AMLO lo puede arrastrar a la victoria.
Y no estamos diciendo que AMLO ya está ganado, pero de que saca muchos votos, no hay que dudarlo.
Mientras tanto, este jueves estará en Nuevo Laredo Andrés Manuel López Obrador quien tendrá como única actividad, un mitin al cual sus organizadores han ido ajustando sus números a la baja, pues originalmente habían proyectado una asistencia de 5 mil personas y ahora hablan de 3 mil. A nuestro juicio la cifra sigue siendo alta, porque el evento es entre semana y en un horario de trabajo. Unos cuantos cientos debe ser una cifra más real.
Ahora que más importante que la asistencia al evento, es explotar es el mensaje que dé y lograr que se mantenga vivo hasta el 1 de julio, pues será difícil que regrese a Nuevo Laredo durante la campaña.