Por Raúl Hernández Moreno
Es increíble que más de 100 días después de haber iniciado en México la vacunación contra el Covid, aún hay varios cientos de miles de doctores, enfermeras, camilleros y personal de salud que no han sido vacunados, pese a que son una prioridad, porque están en la primera línea de combate.
Pero más increíble es que la Comisión de Salud, que preside el tamaulipeco Américo Villarreal, haya desechado un exhorto de la senadora panista Lilly Téllez, para darle prioridad al personal médico, por encima de los maestros. Este tema ni siquiera debiera estar en discusión, pero lo está.
Igual de absurdo resulta el comentario del productor de cine y televisión, Epigmenio Ibarra en el sentido de que la CIA puede estar atrás del video en el que una enfermera usa una jeringa vacía, para “vacunar contra el Covid”, a un adulto, en la delegación Gustavo Madero. En su afán de defender la 4T, el productor raya en la locura.
Vivimos una época de absurdos en la que el precio de la gasolina magna ronda los 22 pesos por litro en el interior del país y 25 la premium, y pese a ello López Obrador y sus fanáticos insisten en que no ha subido el costo del combustible durante el actual sexenio.
Antes de que la 4T se convirtiera en gobierno nos decían que el precio de la gasolina subía por la corrupción. ¿Y ahora?
En otro tema, ¿qué tienen en común Habiel Medina Flores y Miguel Ángel Almaraz? Que ambos son candidatos a presidente municipal. El primero por Soto la Marina y el segundo por Río Bravo.
Además los hermana la controversia. Habiel, candidato de la alianza Morena-PT, está en la cárcel desde el 15 de marzo, acusado de peculado, cuando fue alcalde de Soto la Marina, bajo las siglas del PAN. Pese a ello, Morena lo registró como su candidato.
A su vez, a Almaraz lo persigue su pasado, porque estuvo preso seis años, acusado de robo de combustible de Pemex. Un juez lo exoneró, pero la fama de huachicolero se le quedó y recientemente el borrachín de Felipe Calderón arremetió en su contra y lo calificó de candidato “impresentable”.
Mientras tanto, Orlando Medina Contreras, candidato a diputado federal por el Movimiento Ciudadano, ya está en campaña.
En un video, ofrece hacer una campaña de altura que le permita ganarse la confianza y el voto ciudadano.
Orlando es un joven empresario que decidió incursionar en la política, convencido de que entre todos se puede generar un cambio en la ciudad y el país.
Por su parte, Laura Valdez, candidata a diputada por el PRI, ya inició sus caminatas para encontrarse con los ciudadanos, con el objetivo de convencerlos de que participen en el actual proceso electoral.
Las campañas de diputado federal están flojas, hacen muy poco ruido y se van a poner interesantes hasta que inicien las de presidente municipal. Así ha sido siempre. Y es que el diputado federal ganador muy poco puede ofrecer a sus seguidores, comparado con lo que puede ofertar un alcalde.