Por Raúl Hernández Moreno
El 9 de junio de 2016, al acudir al Comité Municipal Electoral, para recibir su constancia que lo acreditaba como candidato electo a la presidencia, Enrique Rivas Cuéllar dio un emotivo discurso en el que pronuncio:“!Nos tardamos cuarenta años para llegar, pero llegamos!”
Cuatro décadas atrás, en 1977, su padre, el periodista Enrique Rivas Ornelas, era diputado local por el PARM y sonaba como el candidato natural a la presidencia municipal, pero la suerte favoreció al empresario Lauro Luis Longoria.
A eso se refería Enrique Rivas hijo.
Enrique Rivas papá, junto con su esposa, doña Enriqueta, acompañó a su hijo en ese momento histórico. Estaba contento. En su hijo se cumplía su propia ilusión de ser alcalde.
A sus 83 años, don Enrique perdió la batalla por la vida, una vida que vivió con intensidad en el periodismo, con incursiones en la política.
En 1974 se lanzó como candidato del PARM a diputado local, haciendo mancuerna con Carlos Cantú Rosas que jugó para la presidencia municipal, y ganaron. En nada influyó que el candidato del PRI fuese compadre del gobernador Enrique Cárdenas González.
Cuatro años antes de buscar la diputación, Rivas fue el presidente fundador de la Asociación de Periodistas de Nuevo Laredo, organismo que sigue vigente.
Estuvo prácticamente en todos los periódicos de Nuevo Laredo y dirigió a Prensa de Reynosa que llegó a competir con los diarios locales.
A fines de los sesentas, estuvo en Nuevo Laredo el periodista Abraham Mohamed Zampilpa, que después se fue a la Ciudad de México, a dirigir Ovaciones. Rivas hizo amistad con él y meses atrás se reencontraron en la Ciudad de México.
En los noventas, fue el jefe de prensa de la campaña de Daniel Covarrubias por la diputación federal. Después se fue de jefe de prensa de Comapa, con el contador Roberto Barrera.
En esa misma década, junto con Genaro González Gaucin, Lucía Calderón, Juan José Ruvalcaba, Enrique Rivas y un servidor, tuvimos un programa de análisis y crítica política en Stereo 91. Fueron pocos los programas transmitidos, pero fue importante, porque hasta antes de eso era muy, pero muy común, que en la prensa escrita hubiese columnas con redactores y analistas anónimos. En la radio nos mostramos. Los radioescuchas le pusieron nombre y apellido al que hablaba.
En 1998 fue candidato a regidor en la planilla del PARM, en el primer lugar, y ganó, cumpliendo su mandato de 1999 a 2001.
En los últimos años, antes de la pandemia, mientras Rivas Ornelas convivía una vez a la semana con amigos como Gilberto Ortiz Medina, Mario Humberto Pool, Pedro Edmundo Zapata, Alejandro López Molina, en otra mesa, en el mismo restaurante, un servidor convivía con otros amigos, pero siempre había tiempo para un saludo afectuoso.
Don Enrique falleció anoche. La noticia se esparció muy rápido. Nuestras condolencias toda su familia, a sus hijas y su hijo el alcalde Enrique Rivas Ornelas. Descanse en paz.