Por Raúl Hernández Moreno
El sábado 23 sesionó el consejo general del Instituto Electoral de Tamaulipas y declaró improcedente el registro del PANAL, con lo que no podrá participar en las elecciones del 2 de junio.
De esta forma, la participación se limita a 7 partidos, de los cuales solo el PAN, PRI y Morena reciben prerrogativas, el resto no porque no alcanzaron el 3 por ciento de la votación general emitida en la elección de 2016.
De una bolsa repartible de 139 millones 294 mil 898 pesos, el PAN recibirá este año 67 millones 543 mil, 204 pesos; el PRI, 52 millones 837 mil 870; y Morena, 18 millones 913 mil 823.
Cada mes, el IETAM distribuye entre los tres partidos citados, 11 millones 607 mil 908, de los que 5 millones 628 mil 600 son para el PAN; 4 millones 403 mil 155 para el PRI; y 1 millón 576 mil 151 pesos.
Estas cantidades millonarias son las que provocan que las cúpulas de cada partido peleen la dirigencia estatal. Por ello el PRI había protestado por la pretensión de regresarle el registro al PANAL, pues de haberse aprobado, automáticamente se le hubiera reducido el subsidio mensual.
Mientras tanto, Morena realizó el primer filtro de entre sus aspirantes a candidatos a diputados locales y dio a conocer ternas para el distrito 1 y 2, y dos nombres para el 3, donde van dos externos, César Campos Muñoz de Nuevo Laredo y Jaime Albero Barrera Salinas, dirigente de Morena en la ribereña.
En el Distrito 1 quedaron Damián Soto Cortés, Oscar Alarcón Cantú y Pedro Chapa Salinas, quien ya se convirtió en una copia de Ileana Medina: lleva varias elecciones como candidato y todas las ha perdido. Ya está igual que el PRI: si las derrotas dan experiencia, ya se merece un doctorado.
En el 2, va Victoria Freire, Esther García y Diana Cantú.
La lista provisional levantó toda clase de comentarios, especialmente de parte de Alejandro Rojas quien adelantó que más tarde fijará su postura pues asegura que hay gente infiltrada de otros partidos.
Por la mañana hubo asambleas en todo el Estado para integrar la lista de aspirantes a candidatos plurinominales y en tanto activistas reventaron la asamblea de Madero, aquí se negó el acceso a la reunión a Claudia Salazar, por no ser militante de Morena. Curiosamente su madre, Victoria Aguilera, suena firme para una delegación federal.
Salazar le envió un mensaje a Heriberto Cantú pidiéndole que les deje algo al resto de militantes y simpatizantes de Morena.
No cabe duda que Morena vive lo que en su momento vivió el PRD: las tribus se pelean entre sí y lo malo es que algunos de estos grupos son de papel. Eso sí se sienten herederos de Andrés Manuel López Obrador. Y pensar que varias cabezas de grupo hace algunos años combatieron a Morena e hicieron perros del mal a los que ahora quieren en el partido, pero para que trabajen el territorio, no para cederles espacios de participación.
En otro tema, llegaron los centroamericanos y la primera consecuencia negativa, fue el cierre del puente 1. Se aprovechan de que no vivimos en un Estado de derecho.