Por Raúl Hernández Moreno
Francisco Arellano no va en la planilla de Morena. El mismo nos los aclaró. Es muy amigo de Ramón Garza Barrios, acepta, pero no se registró como aspirante a regidor.
En cierta forma es natural que se haya pensado que iría en la planilla de Ramón, por la amistad que los une, pero no va con Morena.
Arellano señaló que Ramón es su amigo y le desea la mejor de las suertes en su participación con Morena.
Arellano está trabajando fuera de Nuevo Laredo.
En otro tema, las primeras dos semanas del inicio de las campañas federales, ha tenido un mayor impacto la del candidato panista, Salvador Rosas Quintanilla.
Hemos visto las brigadas que lo acompañan y llaman la atención porque la mayoría viste camiseta y gorra del PAN, además de banderas con el logo del partido.
Además, los panistas peinan una colonia a través de dos y hasta tres grupos que encabezan Chava Rosas, Manuel Canales e Imelda Sanmiguel, candidata suplente a senadora, lo que garantiza una mayor cobertura.
En cambio, al candidato del PRI, Juan de Dios Juanes Carrizales, el partido lo ha dejado solo y apenas en los últimos días ha sido arropado por los miembros del sindicato de la Coca Cola.
Hasta hace unos días, Juanes hacia campaña apoyado por unos pocos amigos, la mayoría jóvenes, con escasa propaganda para repartir.
El candidato de Morena, Heriberto Cantú no trae ni una decena de acompañantes y eso que empezó con cuatro o cinco.
En fin, todavía faltan dos meses y medio de campaña.
En otro tema, los priistas coinciden en que una de las candidaturas más legítimas y justas es la de la lideresa de colonos Ramona Hernández Ortegón, que va en la posición número de la planilla de síndicos y regidores.
Doña Ramona, junto con su esposo Felipe, son militantes que traen bien puesta la camiseta del PRI, que se ocupan de operar a favor del partido, que tienen el respaldo de los colonos.
Su llegada al cabildo, en el supuesto de que el PRI ganara, sería un justo reconocimiento a toda una vida de militante.
Es posible que de llegar al cabildo no tendría la capacidad de debate que otros personajes con mayor fogueo político, pero se convertiría en una gestora de obras y programas a favor de los que menos tienen. Y sin importar colores partidistas.
Por otra parte, para quienes se preguntan porque Armando Torres Martínez no va en la planilla del PRI, la respuesta es simple: porque no quiso.
Cuando se discutió en la Unidad Revolucionaria presentar una propuesta, Torres declinó participar, dijo que ya ha sido regidor, que está con Daniel Peña por convicción y con candidatura o sin ella lo apoyaría.
Además, les dijo que tiene la certeza de que el PRI va a ganar y habrá necesidad de ocupar cientos de cargos de primero, segundo y tercer nivel.
Ante su postura, la UR escogió como su propuesta a Manuelita Gallegos. Eso es ser priista por convicción.