Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- Oscuro panorama muestra el campo al enfrentar una crisis de sequía que ya se refleja en las presas de abastecimiento de la región, La Amistad con un acumulado de un 36 por ciento y la Falcón con apenas un 17 por ciento.
La agudeza de la problemática de la naturaleza se remarca en el río Bravo con solamente 50 centímetros de profundidad en el Puente Internacional II, en tanto que sostiene un gasto de 21 metros cúbicos por segundo, declaró Agustín Boone González.
El representante de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) en Nuevo Laredo, dijo las lluvias en la región no se presentan desde el pasado mes de noviembre, las que por cierto fueron insuficientes, debido a la inconsistencia del clima húmedo durante los meses anteriores del año pasado.
Precisó sobre la escasa humedad en el campo, al registrar el mes de octubre lluvia de apenas 3 milímetros, en noviembre 5 milímetros, diciembre 6 milímetros, enero sumaron 17 milímetros de lluvia, febrero con 6 y marzo con apenas 2.
“Hace falta lluvia y es un clamor no sólo de los productores del campo, sino de la ciudadanía por igual, debido a los estragos que pudiera ocasionar como sería reducir la actividad de siembre y en determinado momento de crisis, el envío doméstico,”, dijo.
Asintió en que la problemática en el campo ya se comenzó a registrar, pues ante las restricciones de riego se han desvanecido las posibilidades de siembre, entre ellas la de hortalizas y pastizales para alimento del ganado.
El productor ganadero Felipe Fernández Martínez, habló de los mantos friáticos como otro de los recursos que han resentido también la sequía, al agotarse en el subsuelo de los ranchos y con ello la última de las alternativas para paliar la ausencia de lluvias.
La última sequía que flageló el campo de la región fue en 2012, 2013 y 2014, en tanto que actualmente ya se viven estragos similares al sumar la mitad de aquél mismo periodo de estragos para el campo.