Por Raúl Hernández Moreno
Políticos de segunda generación tienen un papel activo en el actual proceso electoral.
Tenemos a Laura Valdez Covarrubias, candidata del PRI, hija de José Ángel Valdez Reyna, desaparecido ex dirigente municipal primero del PARM y luego del PRD, partido éste último del cual fue regidor.
Valdez Reyna, fundador de la colonia 150 aniversario, formó parte de esa generación de políticos opositores que hacían de sus críticas al gobierno su alimento diario, a diferencia de ahora en que los opositores casi aplauden las acciones gubernamentales.
Otra política de segunda generación es la polémica Yahleel Abdala Carmona, hija de José Manuel Abdala de la Fuente, que dentro del PRI hizo carrera como regidor, diputado federal y administrador del Seguro Social. Si algo lo caracterizó es que le gustaba privilegiar la amistad, por encima de la política.
Una tercera es Imelda Sanmiguel Sánchez, hija de Arturo Sanmiguel Cantú, diputado federal del PAN, dirigente municipal de ese partido, delegado del Instituto Nacional de Migración y con el añadido que está vivo, en perfecto estado de salud y con muchos años de vida por delante, además de que en estos momentos es Jefe de la Oficina Fiscal.
Y esta Carmen Lilia Canturosas, candidata de Morena, hija de Carlos Cantú Rosas, que fue alcalde y tres veces diputado federal por el PARM, además de líder nacional de ese partido.
Por parte de los varones participa Manuel Canales Bermea. Su padre, Manuel Canales Escamilla, fue diputado local, presidente del PRI y cabeza de grupos privados como la Coparmex, Asociación de Agentes Aduanales y Asociación Ganadera, entre otros.
La carrera de Manuel Canales ha sido meteórica, en dos años y meses dentro del PAN ha sido regidor, diputado federal suplente, candidato a diputado local y a su mujer la hizo regidora. Ahora va por la presidencia municipal, pero antes debe salir triunfante del actual proceso. Si pierde se estanca su carrera política.
Otro político de segunda generación es Oscar Alarcón Santos, candidato de Morena. Su padre, Oscar Alarcón Cantú, aún vivo, fue regidor del PARM hace 30 años, al salir se alejó de la política, pero siempre conservó el gusto por comentar lo que ocurre en el país, el Estado y el Municipio.
Estos políticos de segunda generación cumplen un papel natural en la sociedad y aunque ciertamente no compiten con sus familiares, algún peso debe jugar la carrera política de estos. Es posible que la sociedad espere de ellos que si no son iguales que sus familiares, si se esfuercen por tener un buen desempeño.
Difícil debe ser para Manuel Canales el ejemplo y la fama de su padre como “caballero de la política”, que le era reconocido dentro y fuera del PRI. Un peso político similar enfrenta el resto de los políticos de segunda generación.