
Por Raúl Hernández Moreno
-Programa cerquita de ti, atiende a más de 35 mil
-Informar sin sesgos partidistas
Aumentó a siete el número de jueces electos el pasado 1 de junio, que declinaron sus cargos y la gran incógnita sigue siendo si renunciaron de manera voluntaria o se les está obligando a hacerlo, porque no es congruente que hayan ido a una elección de estado, sin recursos económicos, que ganen y al final opten por renunciar, cuando previamente sabían a lo que iban.
Aquí en Nuevo Laredo, la abogada Yvonne González Salinas ganó la elección de jueza de primera instancia en materia civil, por el Distrito III y renunció. El Congreso llamó a la segunda candidata con mayor votación, María Dora Chávez Cantú y también declinó y se designó en su lugar a Oscar Manuel López Esparza.
Los mexicanos asistimos el pasado 1 de junio a una elección de estado costosa, incomprensible para la mayoría de los ciudadanos, y que fue una farsa para destruir la autonomía del poder judicial e imponer en su lugar a jueces identificados con Morena. Mejor se les hubiera elegido mediante una tómbola, hubiera sido más cínica, pero más barata.
Cuando gobernaba el PRI y medios de comunicación como Proceso, El Universal, Tv Azteca y periodistas como Carmen Aristegui, Azucena Uresti, Ricardo Rocha, Pepe Cárdenas, entre otros muchos, le daban espacios a Andrés Manuel López Obrador y a Morena, estos los elogiaban, destacaban su libertad de expresión y hasta actuaban con respeto ante las críticas que se les hacían. Era tal el respeto, que AMLO invitó a Ricardo Salinas a formar parte de su grupo de asesores empresariales.
Pero AMLO ganó y su opinión de los medios críticos cambió. Tildó de conservadores a todos los que lo criticaban y construyó su propio grupo de aduladores, en el que Lord Molécula se convirtió en el adalid de la libertad de expresión.
En realidad, los medios no pueden ni deben tener preferencias partidistas, o al menos no deben externarlas. Tienen que actuar con objetividad, con imparcialidad y cuestionar al gobierno es indispensable para obligarlo a dar resultados positivos. Eso no los convierte en conservadores ni en liberales. Ese es un adjetivo con el cual AMLO buscó descalificar a sus críticos. Y él no tiene nada de liberal. Es un conservador que se tapó con la cobija de liberal, sin tener conciencia de lo que es ser liberal.
El liberal es respetuoso de las opiniones de los demás, sobre cualquier tema. Cuando Ignacio Ramírez, a los 19 años, leyó su discurso de aceptación en la Academia de Letrán e inició con la frase: “No hay Dios, los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos”, algunos de los asistentes se escandalizaron, lo interrumpieron y pidieron que se le expulsara en ese momento, pero Andrés Quintana Roo lo defendió y dijo que, así como ellos tenían el derecho a creer en Dios, Ramírez tenía derecho a no creer. Eso es ser liberal de verdad.
Cuando en 1947 Diego Rivera pintó su famoso mural en una de las paredes del Hotel del Prado y quiso homenajear a Ignacio Ramírez al incluir en su obra la frase “Dios no existe”, la iglesia católica protestó, el arzobispo Luis María Martínez se negó a bendecir el mural y el artista tuvo que sustituir la frase por la leyenda “Conferencia en la Academia de Letrán, el año de 1936”. Eso es el mejor ejemplo de ser conservador y es válido.
En otro tema, el programa “Presidencia cerquita de ti”, ha estado presente en más de 20 colonias y se han ofrecido más de 35 mil servicios y atenciones, dio a conocer el gobierno municipal.
Entre los servicios que se han otorgado destacan más de 11 mil 600 atenciones de mascotas, desde desparasitaciones, vacunas, consultas, esterilizaciones, etc.
El programa permite un mayor acercamiento entre la ciudadanía y cada una de las oficinas municipales. Además, la propia alcaldesa Carmen Lilia Canturosas atiende personalmente a los ciudadanos, los escucha y les da una respuesta inmediata a sus solicitudes.