Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- La crisis Covid-19, remarcada por la semiparalización de actividades, destaca de manera particular en los bancos, debido al cierre de algunas instituciones y la presencia de largas filas fuera de las instituciones, acentuado esto por la sana distancia.
En acato a la emergencia sanitaria, la reducción de personal en los bancos propició la concentración de operaciones en un menor número de sucursales, limitar el número en la entrada de clientes y, por consecuencia, largas filas en la parte externa.
En una de las instituciones bancarias, la fila de ayer fue de casi 70 metros, en tanto que el lunes al inicio de operaciones y previo al cierre por día festivo, la espera de clientes en la parte externa alcanzó más de cien metros.
“El lunes estuvo peor la fila de espera, me lleve más de dos horas para que me atendieran. Hoy se ve que el menos poco más de una hora perderemos”, dijo un empleado de una agencia aduanal.
Y en tanto ante la fila inusual de personas con tapabocas y celulares en mano para “matar el tiempo”, no pasaron desapercibida la oportunidad los vendedores de imágenes, dulces y hasta cantantes.
“Desafortunadamente tenemos que venir a hacer estos trámites, yo considero que no está bien que hayan cerrado sucursales bancarias, porque eso da lugar a que se haga esto, más tedioso y más gente en grupo”, manifestó otra cuentahabiente.
El promedio de espera durante la contingencia es de una hora y media, al ser permitido el paso hacia el interior de los bancos un mínimo de cuatro personas, en la preferencia para las personas mayores de sesenta años de edad.
La lentitud de operaciones en bancos, deriva de la reducción del número de empleados, la baja en el número de operaciones y el cierre de sucursales como parte de las medidas de la emergencia sanitaria.