Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- La especulación de precios en la venta de carne de res se mantiene en la especulación y esto es debido a la diferencia de compra que existe entre en productor y el introductor, afirmó José Miguel Rodríguez Fuentes, socio de la Asociación Ganadera de Nuevo Laredo-Ciudad Guerrero.
El propietario de una carnicería señaló que por años se ha dejado correr este tipo de abuso en los precios de la carne, el que nace casi desde su origen debido a la serie de intermediarios, sin que se combata para abatir la especulación.
“La gran diferencia en precios, surge desde el hecho de que, como productores, vendemos el canal apenas por encima de los 50 pesos el kilogramo, mientras que ya puesta en los anaqueles por quienes nos compran llega alcanzar hasta por encima de los 200 pesos el kilogramo a la venta”, replicó el productor ganadero.
Destacó que en algunos casos como la carne americana para asar rebasa alcanza los 700 pesos el kilogramo, peor esto es debido al corte especial y que se compra en los Estados Unidos para revender de lado mexicano.
La baja del consumo de carne es debido primordialmente a la dificultad de la economía popular, lo que propicia a su vez un sacrifico cada vez más bajo en el Rastro Municipal. Sin embargo, por los especuladores, también se dificulta ofertarla más barata que la que proviene del interior del país a los supermercados, afirmó.
Por su parte, Felipe Javier Fernández Martínez, presidente de la Asociación Ganadera de Nuevo Laredo-Ciudad Guerrero, asintió en el predominio de la especulación en los precios de la carne de res, el que proviene de quienes traen el producto del interior del país y desafortunadamente esta apropiado del mercado local el surtimiento foráneo.
Sostuvo que la mayoría de los cortes en las carnicerías rebasan los 200 pesos el kilogramo y solo en situaciones de oferta está por debajo de esta cantidad, mientras que el corto de fajita americana se ofrece en carnicerías hasta en 450 pesos el kilogramo.
Afirmó que la población consume poca carne proveniente de ganado de nuestra región, no tanto por el encarecimiento de su precio, sino principalmente porque el mercado está acaparado por los grandes consorcios cuya carne procede del interior del país.