POR ROBERTO GONZÁLEZ BARBA
Había leído sobre los dones del Espíritu Santo… Sabiduría, Entendimiento, Consejo, Fortaleza o Templanza, Conocimiento o Ciencia, Piedad, Temor de Dios.
Por mi mente cruzó un sueño… ser Sacerdote, Obispo, Cardenal y Papa.
Juan XXIII era el Papa conocido como el Papa bueno.
Un accidente me dejó la cabeza como balón de futbol por tantas costuras que me hicieron.
Se me olvido ese sueño y nació otro… ser Doctor.
Me soñé con bata blanca, maletín, guantes, espejo, pinzas estériles, mascarilla, alcohol, torundas de algodón, estetoscopio, tela adhesiva.
Tiempo después la realidad me ubico pues las necesidades económicas me exigían una carrera donde pudiera trabajar desde el primer año.
Estaba en secundaria en El Mante y no había preparatoria.
Soñaba con estudiar el Tecnológico de Monterrey pero no había dinero.
Poco a poco se fueron esfumando mis sueños… la terca realidad me había ubicado.
No fui Papa pero fui Papá de 4 hijos y 3 de ellos estudiaron en el Tec de Monterrey donde yo deseaba hacerlo.
No fui Médico pero 2 de mis hijos son doctores, uno licenciado en Economía y todos con mención honorífica.
Mi hijo menor se fue a Puebla a la Universidad de las Américas, es un Gran Chef con un diplomado en EUA.
Muchos de mis amigos soñaron… de la Sima llegaron a la Cima de sus objetivos.
En mis hijos viví y vivo mis sueños que yo no pude alcanzar.
La mayoría de los sueños chocan con la cruda realidad, es una constante.
Soñé con ser Siervo de Dios y entendí que al Gran Arquitecto del Universo se le sirve como un buen Discípulo cumpliendo con los Sacramentos.
Mi padre me dijo… “algún día serás gobernador”… Yo soñé con ser alcalde de Tampico pero el PRI no me dejó ni ser candidato.
Fui diputado federal, diputado local, Senador suplente, diputado local suplente, Regidor.
Conocí a 9 gobernadores desde Manuel Ravizé hasta el actual Francisco J. García Cabeza de Vaca.
A muchos alcaldes de Tampico desde Rodolfo Gil Zayas hasta Chucho Nader.
Conozco la oficina del Gobernador, del Alcalde de Tampico y donde vive y predica YSQ en el Palacio Nacional.
Batalle mucho, fui perseverante, paciente y tuve FE, mucha FE.
Mis sueños… fueron sueños y no me costaban…