ESPECIAL / LA RED DE ALTAMIRA
CULTURA.- Dos jóvenes científicas cubanas del Centro de Bioplantas de la provincia de Ciego de Avila y dos alemanes, lograron hacer un plaguicida ecológico con el empleo de la moringa y el garañón.
Claudia Linares y Geeisy Ángela Cid participan en las pruebas de campo en sembrados de peras y manzanas de la ciudad de Ravensburg, en el sur de Alemania, para comprobar la eficacia del producto cubano.
Ambas pertenecen al equipo multidisciplinario que interviene en el estudio, el cual recibe la asesoría de expertos en el Centro de Competencia Obstbau Bodensee (KOB).
A partir del extracto de Moringa oleifera y Moringa royoc, conocidas como moringa y garañón, los expertos lograron un pesticida ecológico para controlar plagas que afectan a los cultivos agrícolas, en Cuba ya empleados en mango y guayaba.
Durante sus visitas al Centro de Bioplantas de Ciego de Avila, el doctor Manfred Büchele, director del KOB y coordinador de la investigación, reconoció la capacidad de los noveles científicos cubanos y el desarrollo de la ciencia agrícola de la nación caribeña.
Desde hace varios años expertos cubanos trabajan en la elaboración de plaguicidas naturales con el objetivo de eliminar productos químicos que dañan los alimentos, la salud del hombre y el medio ambiente.
Además, para sustituir importaciones, por lo difícil que le resulta a la agricultura cubana comprar pesticidas en el exterior debido al bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos.
La moringa, conocida como el árbol de la vida, es originaria de la India y posee diversas propiedades medicinales y alimenticias, mientras el garañón o piñipiñi o raíz de indio es un arbusto de la familia de las rubiáceas, y en el país sirvió de materia prima para el suplemento nutricional PV-2.