Por Javier Claudio
Aclarando. – Resulta innegable que la esencia del Gobierno tiene como sustento la familia, donde el orden, el respeto, los principios y los valores deben predominar para alanzar la armonía y el bienestar. Siendo así, jamás veríamos a un padre de familia ofrecer una recompensa por algún extravío de valor o bien por conocer el autor de quien conminó al incumplimiento de alguna regla. Una pérdida de control sobre la familia o el gobierno, claramente evidencia una ineficiencia y con lleva vacío de poder.
Clarín. – Toda esa serie de protestas, de inconformidades ciudadanas, ya no pueden ser endilgadas a los vicios generados y acumulados por los gobiernos anteriores. Es hoy que deben ser enfrentados con acciones eficientes que retornen la confianza en el ciudadano y propicien la armonía. El desapruebo de nuestro gobierno tiene una abismal distancia entre el decir y el hacer. Es muy claro que el Gobierno no ha cumplido sus expectativas más sensibles, principalmente en lo referente a economía y seguridad.
Claroscuro. – Las consecuencias de toda esta alteración que padece la ciudadanía, ahí aparecen en las cifras proporcionadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) la que estima que más de 264 millones de personas en el mundo padecen ansiedad, siendo México uno de los países de América Latina en el que los casos de dicha afección se han incrementado hasta en un 75 por ciento en los últimos cinco años. Razones suficientes y avasallantes son la inseguridad e incertidumbre economía
Claro que sí. – Hasta hace algunos años, la dirección de las escuelas se preocupaba a fin de mantener un control sobre el largo de las faldas del uniforme de las alumnas. Prefectos, maestros y directores realizaban diariamente un “pase de lista” sobre reglas del vestir. Sin que este incumplimiento sea un justificante de esencia en los ataques a la mujer, vemos ahora cómo desde niñas son arrebatadas de esa edad y “lanzadas” por la madre a la mayoría de edad, al maquillarlas porque van a desfilar.
Clarificando. – De lo que bien podría ser una descomposición social y esa serie de cambios que no dejan de asombrar, la viven los abogados, quienes anteriormente la pugna entre sí era por un juicio penal y hoy la disputa se da por los de tipo civil, como son laboral, mercantil y divorcios. La razón es muy sencilla, los riesgos han trasgredido todas las líneas imaginarias de la sociedad e incluso cada uno de los niveles del propio gobierno, por lo tanto el tiento es extremo de los litigantes.
Claro que no. – No dejó de sorprender que el regidor Juan José Zárate Quezada, halla llamado “tóxica” a su colega del PRI, Mónica García Velázquez durante la sesión de Cabildo anterior por sus cuestionamientos acerca del World Trade Center. Queda así esa palabra como epitafio para aquella amistad política tan institucional, donde entonces el guía era el hoy edil panista, quien jamás soltó la capa y espada para salvarla de ataques insidiosos y abrirle camino a la entonces candidata del PRI a la alcaldía.