Por Javier Claudio
Aclarando.– “No hay plazo que no se cumpla ni fecha que no se llegue”, decían los viejos sobre lo que consideraban inevitable, como tal sería el retorno pausado a la nueva normalidad, luego del embate del Covid-19 pero sin que se deje de temer una probable “tercera oleada” de este contagio, más aún alentado por el reciente periodo vacacional de Semana Santa, donde resulta innegable una movilización desatada que, por lo tanto, hace surgir ese temor de un nuevo número de enfermos de este tipo.
Claridades. – Puntualicemos que esta semana próxima será crucial sobre este tema, pues ya a nivel central se habla de un probable retorno a clases, sin que hasta el momento hayan sido vacunados los maestros, peor aún que como principio ni los adultos mayores han recibido la segunda dosis de vacuna. El status local de coronavirus hasta ayer era de cuatro mil 890 casos, mientras Tamaulipas sumaba 52 mil 186 casos positivos, además de lo que pudiera surgir por el efecto movilización por vacaciones.
Claro que sí. – Es innegable que el acercamiento, con todo y las medidas de emergencia sanitaria que se deben tener, el saber escuchar y mostrar respeto a quien solicita algún tipo de apoyo es elemental. Así, el alcalde Arturo Sanmiguel Cantú, tuvo resultado desde el primer día de gestión al darle continuidad al mando, cuando rompió protocolos y acortó distancia con la ciudadanía ahí en Presidencia. Está confirmado que el mal que daña cada elección es el desdén, la pérdida de valores y la demagogia.
Clarín. – Sanmiguel Cantú, tampoco pasa desapercibida la perversidad como aderezo ventajoso en este proceso de elecciones, donde líderes pagados promueven movimientos, acarrean gente y se aprestan a brindar incomodidad al gobierno en turno para cotejarlo de tinte oscuro a la campaña de los candidatos. La mejor acción fue salirle al toro, escuchar y establecer compromiso, con la asistencia atenta además del secretario del Ayuntamiento José Ramón Ibarra Flores.
Clarificando. – El lunes a las cero horas en el edifico del PRI, Cristabell Zamora Cabrera arranca simbólicamente la campaña de elección municipal junto con su equipo. Por la mañana, en una primera acción que pretende “peinar” a Nuevo Laredo de buenas promesas y compromisos, con palabra firme y de convicción, arrancará su labor proselitista en el sector centro. Atrae a la ciudadanía, sea hija de una maestra jubilada, doctora Felicitas Cabrera Alvarado, con 40 años de servicio a la educación.
Claroscuro. – Muy mal flanqueado aparece la CTM; por aquel lado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con un permanente “fuchi” a los sindicados, en tanto que por otro lado el coronavirus aun con sus secuelas. El resumen; el dirigente de la CTM, Félix Alberto Alemán, revela que por cuarto año consecutivo no habrá Desfile del Día del Trabajo y esta vez es culpa de la pandemia.
Claro que no. – Nada fuera de lo normal el observar que el candidato que ganará será quien muestre y convenza sobre valores, verdades y honestidad. Esta vez invariablemente será una dama y eso anima. Bien sostenemos que —dicho con respeto–, la mujer hace al hombre en todos sus conceptos. Seremos gobernados por una dama y ahí están; Yahleel (PAN), Cristabell (PRI), Carmenlilia (Morena), Griselda Garza (PVEM), Guadalupe Carmona (Partido Fuerza por México) y Clara Hinojosa (PRD).
Sabía usted que. – La caída del poder adquisitivo es del 80.80 por ciento, luego que los salarios mínimos han sido sumamente flagelados durante los últimos años, pues mientras que en 1963 se requería de 3.5 perceptores de ingresos para mantener un hogar promedio, cifra que fue mejorada hasta llega a 1.7 perceptores en 1977; y en 1982-1998 se derrumbó, pues se requerían 6.4 perceptores para alejarse de la pobreza. Asómbrese, en el último cuarto de siglo el poder adquisitivo del salario mínimo perdió más del 80 por ciento, según datos del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.