Por Javier Claudio
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Claridades. – Cada vez más preocupante la confronta entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los gobernadores, encabezada por Miguel Ángel Riquelme Solís (Coahuila), Jaime Helidoro Rodríguez Calderón (Nuevo León) y Francisco Javier Cabeza de Vaca (Tamaulipas), ahora también con Enrique Alfaro Ramírez (Jalisco), Silvano Aureoles Conejo (Michoacán), José Rosas Aispuro Torres (Durango) y José Ignacio Peralta Sánchez (Colima); todos por la repartición justa de los recursos.
Clarín. – Y dentro de esa sarracina, aparece un antagonismo casi personalizado de López Obrador, muy claro hacia el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, al que recientemente consideró fue irrespetuoso de la investidura presidencial al señalarlo como orquestador “desde los sótanos del poder” por las protestas en Guadalajara a raíz del asesinato de Giovanni López a manos de la Policía estatal. El divisionismo que se marca cada vez más en nada favorece al país y menos en tiempos de suma dificultad.
Claroscuro. – Dícese desde Jalisco que Andrés Manuel están obsesionado de poder tener el estado y cómo lo ha intentado desestabilizar una y otra vez desde el inicio del sexenio. Jalisco es un estado estratégico, tiene a uno de los municipios más prósperos y pujantes de todo el país, esto, sustentado en Zapopan. Además de que es claro que Jalisco es el cuarto Estado que más aporta al PIB Nacional, tiene predominio en población, por lo tanto influye sobre manera en procesos electorales.
Aclarando. – No puede hacer a un lado López Obrador su resentimiento luego que en 2018 ganó la gobernatura Enrique Alfaro, derrotando a uno de los principales patrocinadores, el empresario Carlos Lomelí, considerado como uno de los allegados más corruptos del presidente. Ésta pérdida de gubernatura taladró en Morena, que luego maniobró una serie de actos encaminados a la desestabilización de Jalisco, teniendo como primer acto la escasez de gasolina y endosarle a Alfaro el problema. Así el meollo.
Claro que sí. – Para integrantes de la Iniciativa Privada, la creación de la Autopista Laredo-La Gloria y la “conversión” en vía libre de la Carretera Nacional resultó toda una embaucada de la SCT, pues toda vez que a esta última le quitan dos de los cuatro carriles, serán para hacer la autopista en la que tendremos que pagar una cuota, igual será cedida a un particular en concesión para recuperar la inversión por 30 años para mantenimiento y reparación, obligaciones que dejarán de ser de la SCT.
Claro que no. – Dentro de los incumplimientos de la SCT para Nuevo Laredo y en la simulación de los últimos diputados federales, aparece el acuerdo con el Autotransporte de Carga en la obra de Nuevo León en La Gloria y Estación Camerón hacia el Puente Colombia, según condicionada a que iniciaran primeramente los trabajos de Nuevo Laredo, esto es la Autopista-Laredo-La Gloria y la rehabilitación de la Carretera Nacional. Esto, jamás se cumplió; la obra del vecino arrancó hace dos años.
Clarificando. – Otra más, es que en la postrimerías del gobierno de Enrique Peña Nieto se integró al plan federal la reubicación de la Báscula de Pesos y Medidas establecida cerca del Kilómetro 26, al reconocerse que estaba mal situada pues incumplía con la vigilancia de hacer cumplir las normas en vehículos de carga, cuando ya habían recorrido toda la ruta nacional y el daño se había hecho. El traslado del Módulo de Pesos y Medidas de SCT sería al Libramiento MexII y ahí sigue inoperante.
Sabía usted que. – En una reunión en noviembre de 2017 denominada Encuentro de Trabajo con Transportistas de Nuevo Laredo y la Dirección General de Autotransporte Federal se dio a conocer que al iniciar 2018 se aplicaría una inversión por 170 millones de pesos para terminar el Libramiento Mex II. Se habló también de la necesidad de agilizar trámites y al hacer uso de la palabra Adolfo Elim Luviano Heredia, entonces director del Autotransporte Federal, sin titubeos se la aventó y dijo se estaban realizando las gestiones para mejorar los trámites.