Por Javier Claudio
• – . La incautación de bienes en E.U. y México, en tela de duda sobre su destino
• – . Sueño guajiro que los decomisos fueran invertidos en educación y empleo…
• – . Cortina de humo a una red de contrabando de textiles, propiedad de influyentes
Claridades. – Sin lugar a dudas, uno de los puntos oscuros más criticados de un aparente acto de justicia, es que tras la detención de algún delincuente no se tiene como conclusión el destino de los bienes embargado. El seguimiento correcto y por respeto a la ciudadanía es que, tras la ejecución de la orden de aprehensión y el proceso y sentencia, debe concluir con el informe de bienes mal habidos que le fueron quitados y el destino final de estos, sea para fortalecer la aplicación de la justicia o la educación.
Aclarando. – Un destructor de imágenes y trayectorias políticas es Estados Unidos, cuestionado por su entredicha y soberbia imagen de juez universal, al señalar, acusar y enjuiciar a funcionarios de México, entre ellos los ex mandatarios de Tamaulipas, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández por lavado de dinero, al igual que a Homero de la Garza Tamez, ex secretario de Desarrollo Social con Egidio Torre Cantú. Ahora bien, si tan justo aparece Washington, que devuelva ese dinero a México.
Claro que sí. – Durante el sexenio calderonista, los militares aseguraron 123 mil armas, mientras que en la pasada gestión de Enrique Peña Nieto fueron 35 mil 948; en 2006-2012 incautaron 177 mdd en efectivo y de 2012 a 2018 solo 66.5 mdd. Igual sucede con todos los millonarios montos en dólares, pesos y bienes asegurados al narcotráfico por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), donde por ejemplo, hasta el 31 de Marzo del 2017 se aseguraron en diversas operaciones nueve millones 718 mil 758 dólares en efectivo y 51 millones 057 mil pesos.
Claroscuro. – Asómbrese, ésta cifra anterior es más del doble alcanzado en 2007, cuando se contabilizaron cuatro millones 754 mil 902 dólares y 19 millones 788 mil 302 pesos. Es innumerable además la gran cantidad de propiedades y bienes asegurados al crimen organizado en los dos sexenios anteriores. Si el dinero incautado se destinara a fines sociales o bien a escuelas de capacitación policíaca. Con respecto a los bienes materiales o están empantanados en procesos o bien nadie los quiere adquirir.
Clarín. – Se requiere un Fondo de Bienes Incautados, dinámico y trasparentado para el pleno convencimiento con el fin de darle a estos recursos un destino de verdadero bien y que contribuyan al desarrollo de nuestro país, principalmente a través de la educación e inversiones en la creación de empresas grandes y promisorias como fuentes de empleo. Hay esbozos de buena intensión, como el de una finca incautada a un narco colombiano en Veracruz y ahora destinada a la capacitación especial policíaca.
Claro que no. – Aquí lo vive aún la Aduana de Nuevo Laredo, cuyas bodegas ubicadas por Prolongación Reforma y Bulevar Pedro Pérez Ibarra, aparecen atestadas de mercancía embargada de todo tipo, desde telas finas hasta vehículos ligeros, deportivos y de todo tipo de transporte. Allá por los 90’s, cuando fueron desalojadas las bodegas de la Antigua Aduana, frente a la Plaza 1ro de Mayo para ser cedidas al Municipio; los flamantes vehículos decomisados entonces, figuraron luego de colección.
Clarificando. – En una alianza, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la PGR derivó en decomisos de una de las más grandes redes de contrabando de textiles que ha operado en México y que involucró a más de 153 proveedores, 31 importadores y 113 empresas virtuales. Parte central de esta investigación, dada a conocer entonces por el SAT, enfocó en una estructura delictiva vigente durante las últimas dos décadas, principalmente entre México y EU. Hasta ahí se reportó.
Sabía usted que. – De esa conspiración delincuencial contra Hacienda, tuvo seguimiento la indagatoria de 22 agentes aduanales –algunos de ellos de Nuevo Laredo– a quienes se les canceló su firma digital a finales. Este grupo delictivo “de cuello blanco”, desde el 2004 había sido acusado de evadir contribuciones fiscales por más de cuatro mil 056 millones de pesos. Hasta hoy, resulta ser el mayor asunto de contrabando de textiles en México, pero hasta ahí. No más, nada de lo incautado, menos pago de sanciones.