Por Javier Claudio
- · – . El quien es quien, entre activistas de los partidos, tiene qué ver al desánimo
- · – . Que no sólo promovieran debates los organismos de IP, sino también el voto
- · – . Menos arrogancia y más humildad de candidatos, reproche de la ciudadanía
Claridades. – Humildad, acercamiento y buen trato con la ciudadanía son consejos claves entre candidatos para alcanzar el voto y espantar el fantasma del abstencionismo, el que bien puede estar a la vuelta de la esquina si se considera que son elecciones intermedias, por lo tanto flojas, y que aparecen afectadas por el “camaleonismo” de un sinnúmero de activistas. El PAN y Morena lo enfrentan mayormente de arribistas y en caso contrario sería el PRI pero de “vende causas”.
Claro que sí. – Sucede seguido en candidatos al quedar atrapados en la arrogancia y el mareo de reflectores. En una improvisada y reciente reunión de políticos donde asistieron algunos candidatos, la mayor parte de los saludos fue para el funcionario que los acompañaba, quien amablemente fue despedido, no así los candidatos que abandonaron el lugar sin aprovechar el momento y unirse a ese afecto al compañero de partido. La crítica; ¿Buscan llegar a diputados y mira cómo son?
Aclarando. – Ahí un grupo de personas que fueron testigos del hecho, abrieron crítica de inmediato hasta concluir con la calificación, la que predominó en un promedio no aceptable y que si bien no concluyó en el repruebo se debió a que por fortuna andaban en campaña. Así se concluyó que la mayoría de los candidatos de los distintos partidos, saluda y pide el voto cuando anda en recorrido de campaña, pero hay quienes olvidan que en todo momento son candidatos, esto es las 24 horas del día.
Claro que no. – Nada atractivo se ve la posibilidad de un debate entre candidatos a la diputación y esto amén de los resultados que se pueden esperar de cada uno, sino más bien por quien organizaría el evento. Debe ser un organismo serio, de probidad, que le dé pleno convencimiento a la ciudadanía y que no estará manipulado. Recordemos eventos anteriores, donde la verdad nadie quedó satisfecho y sin pasar por alto aquellos aspirantes que no le entraron, según por andar arriba en preferencias.
Clarificando. – Con toda la experiencia que se tiene en este tipo de elecciones, suena sumamente interesante que aquí se promoviera una campaña en favor del voto. Esto es que Agentes Aduanales, Transportistas, Canaco, Coparmex y otros organismos y empresas, con el mismo entusiasmo de atraer a los candidatos como visita en sus sede, bien pueden integrar un intenso programa que promueva el voto ciudadano a fin de levantar el ánimo del votante, que acuda a las urnas y elija.
Clarín. – La reconstrucción del tejido social, es un tema que no pierde vigencia como práctica a través de programas por los distintos gobiernos, y esto fue corroborado por la gran respuesta que obtuvo la candidata del PAN, Imelda San Miguel como punto a tratar ante vecinos de la colonia Infonavit, quienes de inmediato dieron respuesta. La aspirante a diputada por el Distrito II, tuvo como conclusión principal de su plática con las familias; se requieren de espacios seguros. Suena bastante justo.
Claroscuro. – A algunos sorprende que el PRI este teniendo éxito en la reactivación de organismos que por tradición han sido de adhesión al tricolor, como sería el caso de la CNOP, que finalmente dio señales de vida al participar la semana pasada en un acto proselitista en torno a los tres candidatos, Horacio Seoane, Laura Valdez y Félix “El Moyo” García. Su líder Benjamín García Marín, sorprendió al dejar su zona de confort. Otro que sumó fue Héctor Martínez, del Sindicato de Albañiles.
Sabía usted que. – Según datos del INE, en 1998 México tuvo las elecciones federales con el mayor índice de abstencionismo, esto es un 49.3 por ciento, mientras que en las elecciones presidenciales de 1994 el porcentaje de abstencionismo fue de 22.84 por ciento, así también en el 2000, el año de la primera alternancia con Vicente Fox se registró 26.06 sin acudir a emitir voto. En 2006 se incrementó el abstencionismo a 41.45 por ciento y para 2012 se registró 36.7 por ciento de quienes no desearon votar. Con AMLO no fue la elección más concurrida: votaron dos de cada 3 electores en tanto que 1994 acudió a votar casi el 77%.