Subestiman a nuestra ciudad debido a su generoso recurso presupuestal
- El gobernador electo Cabeza de Vaca debe reencontrar nuestra ciudad
- Somos un filón de oro que debe compartirse con reciprocidad del Estado
Por Javier Claudio
Claridades. – Nuevo Laredo, con alrededor de ocho mil millones de pesos de presupuesto cada trienio, realmente obliga a pensar qué tanto podría necesitar con toda esa generosidad de recursos. Esta sería una de las razones principales para que estuviéramos fuera de contemplaciones de cualquier gobierno del estado y que nos hace recordar una frase que seguido espetó Egidio Torre desde su despacho; “Nada para Nuevo Laredo”, digamos que un tanto por nuestra autosuficiencia y otro por discordias.
Clarín. – Nada ha sido fácil, pues la generosidad presupuestal que tiene nuestra ciudad, derivada en gran parte de aquella “fórmula mágica” del pago de impuesto predial y agua, cuya autoría es de Horacio Garza Garza, siendo diputado federal, lo que parece abrir la puerta de la subestimación de gobernadores y aún del propio presidente de la República. Debemos citar que nuestro presupuesto solamente es rebasado por el que tiene el municipio San Pedro Garza García, Nuevo León.
Aclarando. – ¿Qué podemos necesitar entonces, que no lo obtengamos con nuestro propio presupuesto?, sería finalmente la maldición de tan maravilloso beneficio presupuestal, que hace retraer a uno y a otro gobernador en cuando a la asignación de obras que nos deben corresponder por derecho como Municipio y que derivan del presupuesto que se le asigna al Estado de Tamaulipas y donde nuestro ciudad entonces sí cuenta para dicho cálculo de asignación de recursos. ¡Vaya!
Claro que sí. – Por más que hemos izado banderas, los “vientos de cambio” no soplan para Nuevo Laredo, los que deben emanar de un gobierno que despachar sin distingos y en la añoranza de sentir que también pertenecemos a Tamaulipas, que sólo es mera coincidencia que la discriminación que padecemos es por el hecho de estar circunstancialmente más lejos de Ciudad Victoria, como capital de nuestro Estado, y así disipar sentimientos por querer ser acogidos en algún un momento por Nuevo León.
Claroscuro. – El gobernador electo Francisco García Cabeza de Vaca, en el reclamo ciudadano que le otorgó el voto y calidad de buen gobernante, sensato e inteligente, debe reencontrarse con Nuevo Laredo mediante un acercamiento que despierte y motive una unidad que tanto requiere Tamaulipas y nos conlleve a hacer más por nuestro gran Estado y no quedar en el simple “girón de la patria” por sólo decir. Basta de distanciamientos, diferencias e insidias; el cambio debe ser total y de inicio.
Claro que no. – No debe subestimarse como una “víspera de buen día” para Nuevo Laredo, el hecho de que Cabeza de Vaca –aunque por inercia– considere a nuestra ciudad dentro del plan de la Cuenca de Burgos y nada más, porque aquello de observar a Nuevo Laredo como referente en la desconcentración de poderes quedó a la distancia al igual que la campaña, pues según estábamos contemplados para operar una Secretaría, pero no, por buenos deseos no paramos….
Clarificando. – Y porque no, como primera y buena acción de plena intensión, por qué no devolverle a Nuevo Laredo el manejo del Fideicomiso del Puente III del Comercio Mundial. Que sea ubicado bajo un marco pleno de transparencia al ciudadanizarlo debidamente. Por qué no crear un péndulo de la generación de recursos de los aforos y destinarlos a apoyar la educación de la niñez y jóvenes de Nuevo Laredo. Esta petición no debe aparentarse como palabras necias para oídos sordo. ¡Hagamos de verdad, pero juntos!
Sabía usted que. – Vaya que si le costó a Enrique Garza Flores su nombramiento del Gobierno de Francisco Javier Cabeza de Vaca como Comisario de la Universidad Tecnológica (UT) de Nuevo Laredo, pues por disposición hizo a un lado la libertad de expresión, esto es ni amigos periodistas ni publicaciones en las redes sociales. Sin duda que este sí que aprendió bien la lección; conserva su chambita al procurar evadir lo sucedido a la ex diputada Laura Zárate.